El presidente ucraniano mantuvo en Leópolis un encuentro con Guterres y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió al secretario general de la ONU, António Guterres, que la organización garantice la desmilitarización de la central nuclear de Zaporiyia, bajo control de tropas rusas, para evitar que allí se produzca una catástrofe.
Zelenski afirmó que el “terror deliberado” de las tropas rusas en esa instalación “puede tener consecuencias globales catastróficas para todo el mundo”, según comunicó la oficina del presidente ucraniano tras el encuentro que ambos mantuvieron en Leópolis (oeste).
Además, Zelenski dijo que la ONU “tiene que garantizar la seguridad de ese lugar estratégico, su desmilitarización y la completa liberación de las tropas rusas”.
El presidente ucraniano mantuvo en Leópolis un encuentro con Guterres y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con quienes abordó entre otros asuntos la situación del transporte de cereal desde Ucrania, desbloqueado tras un acuerdo alcanzado recientemente en Estambul.
“Acordamos continuar con la coordinación en la implementación de la iniciativa del cereal”, dijo al respecto Zelenski.
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“También hablamos de las posibles direcciones de su desarrollo, el asunto de la deportación forzada e ilegal de ucranianos y la liberación de nuestro personal militar y médicos”, agregó el presidente ucraniano.
La reunión entre Zelenski, Guterres y Erdogan se celebró en el palacio de Potocki de Leópolis, donde llegó el presidente turco en vuelo desde Ankara con escala a la ciudad polaca de Rzeszow, a unos ochenta kilómetros de la frontera ucraniana.
Guterres llegó a Ucrania ya este miércoles y el viernes tiene previsto visitar Odesa y su puerto, que está siendo utilizado para la exportación de cereal ucraniano como parte del acuerdo impulsado por la ONU y Turquía.
Turquía y la ONU ayudaron el mes pasado a mediar un acuerdo para permitir que Ucrania exporte 22 millones de toneladas de maíz y otros granos bloqueados en sus puertos del Mar Negro desde la invasión rusa del 24 de febrero. Otro acuerdo entre Rusia y la ONU pretendía despejar el camino para que los envíos rusos de comida y fertilizante lleguen a los mercados internacionales.
La guerra y las exportaciones bloqueadas agravaron de forma considerable la crisis global de los alimentos, ya que Rusia y Ucrania son importantes proveedores de comida. Turquía está en posición de ayudar a acelerar las exportaciones, que por ahora han sido escasas e intermitentes.
Los precios del grano tocaron techo tras la invasión rusa, y bien algunos han vuelto a sus niveles previos a la guerra, siguen significativamente más altos que antes de la pandemia del COVID-19.
Los países en desarrollo se han visto especialmente afectados por la falta de suministro y los altos precios. Aunque los barcos ya salen de Rusia y Ucrania, la crisis alimentaria no ha terminado.
El vocero de Naciones Unidas Stephane Dujarric comentó a la prensa esta semana que el viaje de Guterres a Ucrania le permitiría “ver de primera mano los resultados de una iniciativa (…) tan crucial para cientos de millones de personas”.
Los tres líderes también hablarán de la situación en la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia. La planta en el sur de Ucrania es la más grande de Europa, y tanto Moscú como Kiev se acusan mutuamente de atacarla con proyectiles.
En su mensaje en video de cada noche, Zelenski reiteró el miércoles su exigencia de que los militares rusos abandonen la planta.
Si bien podrían verse avances en cuanto a transporte de grano y seguridad nuclear, no se esperaban progresos en la tarea más amplia de poner al conflicto.
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CAB