Yahir hará el 30 de noviembre un recorrido por su discografía en el Teatro Metropólitan, y rendirá homenaje a intérpretes como José José, Camilo Sesto y Roberto Carlos
Yahir Othón Parra de Hermosillo, Sonora. Así era presentado en el año 2002 Yahir, cada domingo durante sus participaciones en el reality show “La Academia”, que en su primera edición se volvió en un fenómeno de la televisión mexicana pero también social, con la hipótesis aspiracional que ofrecía a sus espectadores.
Diecisiete años después y tras haber obtenido el cuarto lugar del concurso musical, es el participante de dicha emisión o generación, más reconocido y que ha logrado consolidar una carrera musical, teniendo al menos siete discos de estudio en el mercado y uno en vivo bajo el concepto Zona Preferente.
Con motivo de la presentación que ofrecerá el próximo 30 de noviembre en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México, que como parte de su Pura Vida Tour hará un recorrido por su discografía y rendirá homenaje a intérpretes como José José, Camilo Sesto y Roberto Carlos, platiqué con el intérprete que actualmente participa en el exitoso musical Jesucristo Súper Estrella en el que dice sentirse muy contento al ser algo totalmente a lo que había hecho hasta el momento.
Ya pueden ver el video oficial de #QueSomos en @YouTubeMexico ?? https://t.co/KzqYQswMOO
— Yahir (@yahirmusic) September 6, 2019
Sin duda alguna, con un talento que desde su primera aparición en cadena nacional quedó de manifiesto y un carisma que cautivó a los televidentes, le pregunto cuál ha sido la evolución del Yahir del reality show de 2002 al del año 2019, a lo que contesta que esta ha llegado acompañada de cada cambio, pues “a cada paso nos vamos encontrando con cosas tanto dentro del show business, del trabajo, con negociaciones, cambios de banda, cambios de género. De pronto estamos haciendo una balada y de repente puedes empezar a coquetear con otras cosas. He tenido cambios de managers”.
“Pero dentro de todo eso, la esencia, el hambre y las ganas, siguen ahí. Sigo con muchísimas ganas de prepararme; soy más perfeccionista ahora con mis conciertos, soy más perfeccionista con mi sonido, buscando mejoras todo el tiempo”, nos cuenta para PacoZea.com el cantante de 40 años que se define como una persona que ha tratado de aprender de cada una de las ramas del ambiente artístico en las que lo han invitado a incursionar y que lo han hecho feliz en su momento.
Al ver un cantautor que se llena de gozo al definir lo que han sido estos años de ardua carrera, le pregunto qué le diría al Yahir que hizo su primera aparición en aquel ya lejano 30 de junio de 2002.
Tras acomodarse en el asiento y tomar aire, comienza a explica que “hay tantas cosas. de repente hay unas cosas que yo pienso de mi música al principio que me hubiera gustado tener más paciencia, esperar. Me hubiera gustado poder discutir más, poder aferrarme más a lo mío, tal cual como lo estoy haciendo ahora”.
Sin embargo, el sonorense que pese al tiempo radicando en la Ciudad de México conserva su acento tan característico de Hermosillo, explica que “también se tiene que pagar un derecho de piso al principio y te tienes que dejar guiar, y mucha gente opina si las canciones son buenas, si no. Entonces empieza la confusión porque eres un novato en todo esto, y yo he tratado de hacer lo que más me gusta, lo que más me apasiona, lo que amo. Entonces, si fuera un consejo, haber luchado desde el principio por hacer todo lo que saliera de tu corazón”.
Entonces, en todos estos años de carrera, ¿se dieron discos que, quizá no se ha arrepentido de grabarlos pues finalmente fueron un aprendizaje, pero sí preferiría haberlos evitado?
“Lo que pasa es que, cuando tú tienes un proyecto en el que crees, me ha pasado también con las novelas, cuando tu tienes un proyecto de principio todo el equipo estamos muy entusiasmados; entonces empieza el enamoramiento del proyecto y empiezas a sentir que es lo correcto, y de repente cuando no tienes el resultado que estabas esperando, es fuerte pero también es parte del crecimiento y ahora lo tengo más claro que antes”.
Sabiendo esto, ¿entonces qué le diría Yahir a esos jóvenes que hoy están en una situación similar a la suya en 2002?
Respondiendo que “es importante hacer proyectos del corazón, le duela a quien le duela; escoger tú tus rolas, dejarte guiar por la gente que sabe, pero también tu instinto cuenta muchísimo. No renunciar, no quitar el dedo del renglón, los sueños se cumplen”.
Hablando de Jesucristo Superestrella, que actualmente se presenta en el Teatro 1 del Centro Cultural en la Ciudad de México, le pregunto qué ha aprendido del teatro musical.
Enfático confiesa que “el teatro musical requiere mucha disciplina, el teatro musical requiere mucha preparación, entrega”.
Explicando esto con el hecho de que en la gira que realizan se han presentado en todo tipo de escenarios, desde los más austeros hasta los que cuentan con lo último en tecnología para espectáculos, teniendo la facilidad de una cámara que permite captar a detalle una expresión, “pero por ejemplo la energía que tienes que disparar en un teatro donde eso no existe, y es teatro teatro (sic) como el 1, en el que caben 2,400 personas; entonces tu energía y tu expresión tiene que ser mucho mayor a la que harías normalmente en televisión”.
“Y tienes que aprender a cómo vas a controlar y disparar esa energía porque tampoco te puedes pasar, está en el límite. Entonces, es emocionante, pero a la vez tiene una cuestión de seriedad, de formalidad, muy importante que se tiene que respetar”, añade.
No obstante, es honesto al decir que no se aventuraría a realizar teatro de otra índole pues no se considera un actor que pueda sostener una obra, prefiriendo hacer solamente proyectos que tengan que ver con la música y en el caso de Jesucristo, es un proyecto que le ha dejado muchos aprendizajes para sus shows.
Al llegar al tema de los álbumes y dados los cambios en la industria, producto de las nuevas tecnologías para consumir música, Yahir explica que por el momento no quiere hacer discos completos, “quiero trabajar sencillo tras sencillo porque quiero hacer una mezcolanza de ritmos. Ahorita estoy haciendo cumbia y mañana saco una balada, y pasado quiero sacar una salsa; entonces, no tiene nada que ver una cosa con la otra, como para meterla en un proyecto porque no sería un concepto, sería un disparate una cosa con la otra. Quiero seguir así, sacando sencillos y si acaso veo que, todo tiene el mismo color, que todo tiene por donde mismo a pesar de tener diferentes ritmos, podría ser”.
Al escucharlo tan decidido en este tema, le cuestiono si dicha decisión que para algunos pueda ser muy radical, tiene que ver con los cambios que ha tenido la industria en los últimos años, especialmente con las plataformas que han alentado el consumo de sencillos y ya no de discos enteros, explica esas nuevas reglas del juego a él le ayudan, más que verlas como un contratiempo.
“Me ayudan mucho a poder hacerlo, todo a capricho por decirlo de alguna manera. Me ayuda muchísimo y voy a aprovecharme de eso para hacer lo que yo quiera, y cuando yo quiera. Cuando esté seguro de que tengo que sacar ese sencillo”, más no presionado por una cuestión de tiempos y contratos, para así “estar enamorado de lo que esté haciendo, de cada una de esas canciones”.
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