Se estima que existen 4 mil millones de cuentas de correo electrónico en el mundo, y con el uso de dispositivos móviles la cifra sigue en aumento
Desde la antigüedad, cuando surgió la necesidad de la comunicación a distancia y los primeros mensajeros, hasta el uso actual de los medios digitales, el correo es parte de la historia de la humanidad y también evoluciona de acuerdo con los requerimientos de la sociedad.
Sus orígenes se remontan a cuatro mil 400 años y encierra un acto profundamente humano: la escritura (o “la pintura de la voz”, como dijo Voltaire).
Cartas y documentos son enviados mediante este servicio, a través de los cuales se pueden plasmar pensamientos, opiniones, reflexiones, sentimientos; muy distinto a lo que sucede con los mensajes que generalmente son breves y se mandan con una aplicación de teléfono móvil. No obstante, postal o electrónico, el correo sigue vigente.
“Desde que te conozco, hay un eco en cada rama que repite tu nombre; en las ramas altas, lejanas; en las ramas que están junto a nosotros, se oye. Se oye como si despertáramos de un sueño en el alba. Se respira en las hojas, se mueve, como se mueven las gotas del agua”, le escribió Juan Rulfo a Clara Aparicio, su entonces novia, en una carta fechada en octubre de 1944, en Guadalajara.
Y es que hace décadas “una carta era pretexto para la charla y el juego, para la reflexión que matiza y la confesión que tiene largas consecuencias; para, en fin, la levedad y la profundidad.
Era también el espacio del acuerdo cotidiano y de las aclaraciones más bien urgentes”, expresa Alberto Vital, actual director del Centro de Enseñanza para Extranjeros, en el prólogo del libro Aire de las colinas. Cartas a Clara, de Rulfo (Plaza y Janés, 2000).
Hoy, en cambio, vemos que para los jóvenes ya no tiene tanto sentido el uso del correo postal, ni siquiera del electrónico. Se comunican de forma inmediata, con informalidad en el uso del lenguaje, y para ellos esta herramienta representa un medio arcaico, rígido, que obliga a la construcción de mensajes más elaborados, y lo usan lo menos posible, solo cuando interactúan con sus profesores o institucionalmente, pero no con sus pares, considera Marcela Peñaloza Báez, directora de Colaboración y Vinculación de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC), de la UNAM.
En la actualidad se estima que existen cuatro mil millones de cuentas de correo electrónico en el mundo, y con el uso de dispositivos móviles esta cifra sigue en aumento. Se calcula que en México 60 millones de usuarios tienen al menos una cuenta, añade.
Se calcula que cada día se envían de 270 mil millones y 280 mil millones de correos electrónicos, es decir, una cantidad de información considerable que también incluye el llamado spam –o mensajes no solicitados con información que el usuario no quiere recibir–, refiere la experta en ocasión del Día Mundial del Correo, que se celebra el 9 de octubre.
En esa fecha se conmemora la fundación de la Unión Postal Universal, en 1874. Mediante el Tratado de Berna de ese año “se unificó una extensa variedad de servicios y reglamentos postales desiguales en un territorio postal único, instituido para el intercambio recíproco de envíos de correspondencia”.
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Actualmente, explica la experta universitaria, se estima que el número de cuentas de correo crece a un ritmo de tres por ciento anual. Pero hoy hablamos del reinado de Gmail, que ofrece servicios asociados a dispositivos celulares.
En ciertos ámbitos, como el de un empleo formal, es muy importante contar con un correo funcional y estar en comunicación por ese medio. En contraste, reitera, los jóvenes utilizan WhatsApp y otro tipo de mensajeros que permiten informalidad, un manejo gráfico muy intuitivo y una respuesta inmediata.
Sin embargo, utilizan una cuenta de correo electrónico como una suerte de “identificador personal” que les permite, por ejemplo, suscribirse a una red social.
El correo tradicional y el electrónico ofrecen servicios asociados. El intercambio epistolar casi se ha perdido con la era digital, pero el Servicio Postal Mexicano entrega cartas y tarjetas postales, y todo tipo de correspondencia: documentos, catálogos, revistas, regalos, avisos, etcétera. El envío de cartas y paquetes se puede hacer a 191 países.
Por lo que, con una red de más de 650,000 oficinas y 5.3 millones de empleados, así como un mandato de servicio público de muchos gobiernos, el Correo es incomparable en su capacidad para prestar servicios a cualquier persona, en cualquier lugar.
A medida que la COVID-19 se propaga como la pólvora por todo el mundo, los operadores postales están introduciendo formas nuevas y creativas de mantener el correo en movimiento.
Las oficinas postales han intervenido para ofrecer de todo, desde la entrega de equipos de protección personal críticos, kits de prueba y medicamentos, hasta garantizar que los niños reciban sus materiales educativos para continuar sus estudios desde casa.
IPR
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