La policía británica que investiga el ataque en el Manchester Arena realizó una nueva detención el viernes mientras continúa con los cateos en direcciones vinculadas con el suicida que mató a 22 personas a la salida de un concierto.
Otras siete personas, con edades comprendidas entre los 18 y los 38 años, están bajo custodia policial en relación con la masacre del lunes. Todos son sospechosos de delitos que violan la ley antiterrorista británica.
Uno de los detenidos, un menor de 16 años, quedó en libertad sin cargos, dijo la policía.
Gran Bretaña elevó su nivel de alerta a “crítico”, lo que supone que las fuerzas de seguridad creen que otro ataque podría ser inminente.
Las autoridades investigan los posibles vínculos entre el autor del atentado, Salman Abedi, e insurgentes en Manchester y otras zonas de Europa, además de en el norte de África y Oriente Medio.
Abedi, un universitario que dejó los estudios y se crió en la zona de Manchester, era conocido de los servicios de seguridad por sus ideas radicales. Sus padres son ciudadanos libios que emigraron a Gran Bretaña al principio de la década de 1990.
Al parecer, se habría puesto en contacto con miembros de su familia justo antes de inmolarse.
Las autoridades no han hecho públicos ni el nombre del arrestado durante la madrugada del viernes, ni el de los otros siete detenidos. Por el momento, ninguno ha sido acusado por el ataque.
La policía de Londres anunció que reforzará la seguridad de los eventos deportivos que se celebran este fin de semana, incluyendo la final de la Copa FA en el estadio de Wembley.