“Quise hallar el olvido al estilo Jalisco
pero aquellos mariachis…
y aquel tequila, me hicieron llorar”…
De la canción “Ella” de José Alfredo Jiménez.
Salud por Don José Alfredo Jiménez Sandoval, oriundo de Dolores Hidalgo, Guanajuato. Allá… donde la vida, no vale nada. Nacido mismamente donde lo hizo la Patria. Vaya adagio.
Escribo estas líneas en el marco del 24 de julio, Día Internacional del Tequila, porque finalmente José Alfredo y el tequila son lo mismo; un trago agridulce de nuestra propia identidad.
En 2006, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció como Patrimonio Mundial al paisaje de agaves y las antiguas instalaciones industriales de tequila.
Más de 500 años tiene la historia del tequila en el paladar de quienes habitamos esta tierra; es por demás, la bebida espirituosa más emblemática de los mexicanos, y sí, espirituosa porque aligera las pasiones del alma.
El tequila nos dio coraje para dar el grito y luchar por la Independencia. ¿Qué habría sido de la Revolución sin un trago de tequila? Envalentona; aunque también, hace llorar si de dolor se trata.
Lo cierto es que el tequila se ha convertido, además de un símbolo de identidad, en una pujante industria que produce una derrama económica superior a los 7 mil 700 millones de dólares. A Estados Unidos, España, Alemania, Francia y Reino Unido les gusta nuestro tequila, pues allí exportamos 8 de cada 10 litros conforme a datos del Consejo Regulador del Tequila para 2023. La lista completa abarca a más de 120 países.
El tequila que cuenta con Denominación de Origen se produce en Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Michoacán y Tamaulipas; fuera de esas entidades se llamará de otras formas, pero no tequila.
Valoremos su impacto económico, cuyos beneficios enriquecen la producción nacional, al empleo, a la inversión, a la innovación, al impulso industrial y fomento turístico de las regiones bendecidas por el agave azul, con la clara acotación de que, en todo momento, se debe preservar el patrimonio cultural y natural del que se nutre su potencial.
A estas alturas, es digno reconocer la gran sincronía que la producción tequilera ha conjugado con el turismo, especialmente en Jalisco con su Ruta del Tequila, que abarca 8 municipios alrededor de su volcán: El Arenal, Amatitán, Magdalena, San Juanito, Etzatlán, Teuchitlán y cuyo centro neurálgico es el Pueblo Mágico de Tequila, incluyendo a la zona arqueológica de Guachimontones con sus pirámides circulares únicas.
La Ruta del Tequila, se ha consolidado como un ejemplo de buenas prácticas y voluntad primero empresarial y luego política; en 2006 se dio inicio formal a este concepto turístico con apoyo de empresarios y recursos del Banco Interamericano de Desarrollo. A 8 años de trabajo, es una sólida cadena de experiencias enológicas, culturales, gastronómicas y artesanales digna de reconocerse.
La Ruta del Tequila logra que sus visitantes revaloricen este patrimonio mexicano, sus procesos de producción – desde la siembra del agave a la botella puesta en la mesa de los comensales de todo el mundo –, y comunica nuevas prácticas sostenibles iniciadas, pues la competitividad de la industria depende de ello.
Además de las casas productoras, el tequila beneficia a todo tipo de prestadores de servicios turísticos: hoteles, restaurantes, tiendas de artesanías, transportistas y agentes de viajes, al tiempo de fortalecer al sector agropecuario en su conjunto.
Te podría interesar: Marcelo imaginario, Ramírez de la O pragmático
También en México suceden casos de éxito, este es uno de ellos.
¿Retos? Los hay por supuesto. Estos van aparejados al desarrollo. La iniciativa privada debe hacer lo que le corresponde; y el sector público debe atender las demandas que requiere este clúster económico – turístico.
Así como el tequila fue revalorizado en el tiempo, será importante seguir el camino de su éxito alcanzado, y ser replicable para otro tipo de alipuses como mezcal, pulque, sotol o cualquier otra; pero esta acción no se limita allí; la dinámica socioeconómica innovadora de la región tequilera puede ser compartida con otras herencias como la gastronómica; ejemplo: el chile en nogada en Puebla, el mole de caderas para la región mixteca de Puebla, Guerrero y Oaxaca; el cacao en los caminos de Chiapas y Tabasco; el vino en Baja California, Coahuila, Nuevo León y Querétaro o la vainilla en Veracruz.
¡Ah!, pero ahora sume el potencial que pueden tener otro tipo de productos turísticos siguiendo el ejemplo del tequila, como son las rutas integradas de turismo de naturaleza en la Huasteca Potosina, el mundo Maya en la península de Yucatán, la ruta de las misiones en las californias; las haciendas y conventos en el centro del país; las rutas entre los Pueblos Mágicos y las micro – rutas en los centros urbanos.
El secreto de todo esto es hacer las cosas con visión y de la manera más seria posible, donde a veces, le digo,… el gobierno está demás.
En estas líneas es oportuno reconocer los esfuerzos realizados por todos los integrantes del Consejo Regulador del Tequila AC, presididos por Don Miguel Ángel Domínguez Morales, por los miembros de La Ruta del Tequila AC, por los empresarios de diversas casas productoras entre quienes se encuentra Tequila Don Julio, catalogada como una de las 10 marcas mexicanas más valiosas de acuerdo con el informe 2023 de la prestigiada casa consultora Brand Finance.
En fin, amigos. Brindemos pues. Con amor o desamor. Con encanto o desencanto. Con ella o sin ella; pero siempre con un buen tequila de por medio, producto de tierras benditas y expertas manos mexicanas. Claro está, sin exceso.
Armonice con canciones de José Alfredo o de la Gran Lola Beltrán. Y si se anima, de paso tenga la bondad de invitar a quien suscribe o de perdis a algún amigo de su preferencia.
“Por tu amor que tanto quiero,
y tanto extraño,
que me sirvan otra copa y muchas más,
que me sirvan de una vez pa’ todo el año
que me pienso seriamente emborrachar”
Canción Pa’ todo el año de José Alfredo Jiménez.
Allí le dejo mi correo….
Nos leemos a la próxima.
X: @SoyMario_Mx
Correo: soymario.mx@gmail.com
Por: Mario Alberto González S.