El director Woody Allen, quien ha sido excluido de la industria cinematográfica estadounidense, hizo una promesa irónica el lunes durante el Festival de Venecia al decir que volvería a filmar en Nueva York “si alguien está lo bastante audaz como para financiarlo
Generó controversia durante su estancia en la ciudad italiana por las declaraciones polémicas que hizo en una entrevista con el portal español El Mundo. En esta entrevista, opinó sobre el beso que Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, le dio a la futbolista Jenni Hermoso después de ganar la Copa del Mundo femenina.
Woody Allen, reconocido maestro del humor y la sátira social, ha tenido una presencia limitada en la industria cinematográfica de Estados Unidos en los últimos años, principalmente debido a la reaparición de acusaciones de agresión sexual por parte de Dylan Farrow, a quien había adoptado junto a su ex esposa Mia Farrow cuando era niña.
Estos incidentes salieron a la luz en 1992 y fueron investigados por la policía y un fiscal estadounidense, quienes exoneraron a Allen de las acusaciones. Sin embargo, el escándalo resurgió en 2013 cuando Dylan, ya adulta, volvió a acusar a Allen.
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Su película “Golpe de suerte” se presenta fuera de competición en la Mostra de Venecia y marca un hito al ser la primera película de Allen realizada en una lengua que no es el inglés.
Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de volver a rodar en Nueva York, que ha sido el escenario de la mayoría de sus películas, Woody Allen hizo una broma diciendo: “Tengo muy buenas ideas para Nueva York, y si alguien emerge de las sombras y está dispuesto a proporcionar el dinero sin interferir, ¡adelante!”, en tono humorístico.