Esta sería la primera ocasión en que Washington admite el uso de dispositivos de espionaje en la capital de Estados Unidos tras el hallazgo de un misterioso kit en la correspondencia de un senador
El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, por sus siglas en inglés) ha confirmado la existencia de estos kits de espionaje en la zona de Washington, que pueden rastrear teléfonos móviles e interceptar llamadas y mensajes de los usuarios. Se trata de la primera vez que el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) admite el uso de dispositivos de espionaje en la capital del país.
El DHS ha informado sobre los dispositivos en una carta de respuesta al senador Ron Wyden, quien solicitó al Departamento datos sobre el uso no autorizado de este tipo de equipo técnico. La agencia.
En el mensaje, Seguridad Nacional ha afirmado que ha observado “una actividad anómala” vinculada con el uso de estos dispositivos, conocidos en EEUU como ‘stingrays’, por el nombre de la empresa que los fabrica.
A pesar de que estos kits podrían ser usados por espías extranjeros o con fines criminales, desde el DHS no han explicado quién los está utilizando. En su carta al senador Wyden, el Departamento señaló que estos dispositivos son “ilegales” en las manos de “actores maliciosos” y que “amenazan la seguridad de la comunicación, lo que resulta en riesgos económicos, de seguridad y de privacidad”.
Los ‘stingrays’ son dispositivos de vigilancia de teléfonos móviles, que imitan señales de torres de telefonía móvil. Del tamaño de un maletín, los kits envían señales para “engañar” a los teléfonos celulares y hacerse con su ubicación e información de identificación. Aparte de rastrear el teléfono móvil de un sospechoso, los dispositivos también recopilan información sobre los teléfonos de los transeúntes que se encuentran cerca.
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