La política migratoria de “tolerancia cero” aplicada por la administración de Donald Trump ha generado una indignación tanto dentro como fuera de Estados Unidos, siendo catalogada como “cruel” e “inmoral”
La polémica política migratoria impulsada por el gobierno de Donald Trump de separar a los padres inmigrantes de sus hijos a su llegada a Estados Unidos ha comenzando a dividir a los republicanos y a sus aliados mientras los demócratas aumentan la presión en contra de la medida.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, afirmó el lunes que el Gobierno no pedirá disculpas al asegurar que “las acciones ilegales tienen consecuencias”, ante la polémica desatada por la separación de menores de sus familias tras cruzar ilegalmente la frontera.
“No pediremos disculpas” por la separación de niños en la frontera, afirmó Nielsen en un discurso ante la Asociación Nacional de Sheriffs en Nueva Orleans, Luisiana. Las autoridades confirmaron la semana pasada que separaron de sus familias a cerca de 2,000 menores inmigrantes en la frontera con México en un plazo de seis semanas en el marco de la política migratoria de “tolerancia cero” en la frontera y contra la inmigración ilegal, impulsada por el presidente, Donald Trump.
Nielsen remarcó que aquellos que “comenten acciones ilegales tienen consecuencias”, al margen de si están acompañados por menores de edad o no.
“Este gobierno tiene un mensaje sencillo: si cruzas la frontera de manera ilegal, serás procesado”, agregó la funcionaria. En los últimos días han aparecido reportes de la dramática situación de estos menores, alojados en almacenes reconvertidos en centros de detención temporal y en algunos casos ubicados dentro de recintos divididos a modo de jaulas.
Por su parte, legisladores demócratas se unieron a cientos de manifestantes frente a un centro de detención de inmigrantes en Nueva Jersey el domingo, en una manifestación durante el Día del Padre contra dicha política migratoria.
“Esto no debe ser lo que somos como nación”, dijo el representante Jerrold Nadler, uno de los siete miembros del Congreso de Nueva York y Nueva Jersey que se reunieron con cinco detenidos dentro del establecimiento, incluidos tres que dijeron que habían sido separados de parientes jóvenes bajo su cuidado luego de buscar asilo en la frontera.
A su vez, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU se refirió como “inadmisible” y “cruel” la política migratoria estadounidense de separar a los niños de sus padres en la frontera con México, una medida que genera gran polémica en Estados Unidos.
“Pensar que un Estado busca disuadir a los padres infligiendo tal abuso a los niños es inadmisible”, dijo Zeid Ra’ad Al Hussein en la apertura de una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Dando rienda suelta a su emoción, el responsable de la ONU reclamó al gobierno de Donald Trump “poner fin inmediatamente” a esta “práctica cruel”.
We do not have a policy of separating families at the border. Period.
— Sec. Kirstjen Nielsen (@SecNielsen) 17 de junio de 2018
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