Este 2018, la Juventud y Familia Misionera cumple 25 años de una labor que ya reúne a 5 mil familias mexicanas cada año y que ha traspasado fronteras a 20 países
La pequeña comunidad de Aguacaliente al norte de Michoacán, celebra la Semana Santa.
Poco más de mil habitantes con todo tipo de carencias.
Hasta ellos llega la Juventud y Familia Misionera, un grupo de voluntarios católicos provenientes de todas partes de México que usan sus vacaciones de Semana Santa para recorrer comunidades vulnerables del país.
Bajo el sol visitan casa por casa.
Además del lado religioso, tocan el lado humano.
Jorge De Sciullo, misionero: hemos encontrado que la gente necesita mucho platicar, contarte sus problemas.
Audelia Martínez, habitante de Aguacaliente, Michoacán: para mi es una dicha que ellos hayan venido a este humilde hogar. Que ellos me hayan escuchado… Es algo muy bonito que se siente.
Además de las visitas, niños, jóvenes y adultos organizan actividades educativas, comunitarias y brigadas médicas gratuitas. A cambio, reciben el calor de la gente
Sandy Arcos, misionera: cuando llegas a sus casas te quieren regalar lo poco que tienen, sus alimentos, su comida y todo lo que en ellos hay para darte ese poquito o ese mucho quieren compartirlo con cada uno de nosotros.
Este 2018, la Juventud y Familia Misionera cumple 25 años de una labor que ya reúne a 5 mil familias mexicanas cada año y que ha traspasado fronteras a 20 países.
Más de 7.5 millones de hogares visitados y 43 mil 500 consultas médicas y 860 intervenciones quirúrgicas gratuitas.
Jorge De Sciullo: es muy enriquecedor para todos, sobre todo para nosotros, porque a veces, no a veces, casi siempre, nos dan grandes ejemplos de vida.
Con la llegada de la #SemanaSanta ellos se dedican a ayudar en comunidades vulnerables. @demisiones pic.twitter.com/xQ4kjaXaeI
— imagenzea (@imagenZea) 29 de marzo de 2018
Diana Jiménez
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