¿Qué es la ansiedad? ¿Cómo se siente? ¿Cómo se vive? ¿Se puede vivir con ella? La respuesta a esta última pregunta es NO
Esta semana la cantante Carla Morrison presentó Ansiedad, su nuevo sencillo con el que habla abiertamente de su propia la salud mental, para así contribuir e inspirar a sus seguidores, en la misión de normalizar las enfermedades mentales, aspecto que siguen siendo tabú socialmente.
¿Qué es la ansiedad? ¿Cómo se siente? ¿Cómo se vive? ¿Se puede vivir con ella? La respuesta a esta última pregunta es NO. Por experiencia propia lo sé, malviví con ella por muchos años, hasta que fui diagnosticado y pude recibir el tratamiento que necesitaba, mediante un ansiolítico que reguló los neurotransmisores de mi cerebro.
¿Qué es? Según la RAE, ansiedad es un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo, o una angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.
Médicamente, es un estado emocional en el que se presentan cambios somáticos (cuando expresamos tener algún síntoma pero físicamente no tenemos) y psíquicos.
Siendo uno de los problemas mentales, emocionales y de comportamiento más comunes, la ansiedad se considera patológica cuando se presenta de manera desproporcionada y con una duración prolongada, llegando a interferir con nuestras actividades cotidianas.
Es importante entender que, aunque suelen estar relacionados, ansiedad y estrés no son lo mismo. El estrés es una reacción fisiológica del organismo en el que los mecanismos de defensa se activan para afrontar una situación específica, que se percibe como amenazante o de demanda incrementada, causando taquicardia, sudoración excesiva, frialdad u hormigueo de extremidades y sensación de vacío en el estómago.
El estrés es algo habitual en nuestras vidas, siendo tres la principales fuentes que lo causan: el entorno -ruidos, carga de trabajo excesiva, conflictos interpersonales, falta de medios-, nuestro propio cuerpo -insomnio, cambios hormonales, enfermedades- y nuestros pensamientos -preocupaciones, anticipaciones negativas.
El problema es cuando esta sensación de angustia o ansiedad normal no desaparece y se vuelve patológica, sin que exista la presencia de un elemento real que amenace, teniendo una respuesta inapropiada o exagerada ante cierta situación.
En la ansiedad patológica, se manifiestan distorsiones de la realidad, expresando situaciones como sensación de muerte inminente, sudoración en manos, boca seca, temblor, palpitaciones, que pueden complicar enfermedades médicas previas.
¿Qué la causa? Bien a bien, no hay una sola explicación pues factores como la genética, la biología y química del cerebro, el estrés y su entorno pueden tener un rol.
Físicamente, no existe una región única y específica que se encargue de integrar la ansiedad, ni un único sistema de neurotransmisión; pero lo que sí se sabe es la existencia de un gran número de centros nerviosos que participan en su producción y modulación en el cerebro, como el septum, la amígdala el hipocampo y el fórnix, que en su conjunto forman parte del sistema límbico.
El sistema límbico es la región del cerebro donde se generan las respuestas a los estímulos y está involucrado tanto en funciones metabólicas como de supervivencia, por lo que si existe alguna alteración en su funcionamiento, como por ejemplo la amígdala, se genera el terreno ideal para la ansiedad.
¿Cómo se trata? En primer lugar, es básico tener un correcto diagnóstico médico por un profesional de la salud mental, el cual determinará el tratamiento ya sea con medicamentos, psicoterapia o combinado.
IPR
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