El sacerdote explica que el video fue grabado por una joven cuya familia vivía hace años en Comala, y se encontraba de visita en el pueblo
Un grupo de monaguillos están rompiendo las redes sociales por su peculiar forma de llamar a misa en Colima.
En un video que circula en redes se ve a unos monaguillos treparse en las cuerdas de las campanas de la iglesia, para emprender el vuelo y hacerlas sonar.
Los hermanos Oswaldo y Emiliano Ceballos son los protagonistas del clip. De acuerdo con medios locales, los feligreses de la iglesia comentan que en punto de las 7 de la mañana y de la noche, tocan las campanas de esa forma.
Estos niños pertenecen a la Parroquia de San Miguel del Espíritu Santo, en la localidad de Comala, estado de Colima, un pueblo mágico que ha cobrado fama porque fue el lugar que Juan Rulfo eligió para desarrollar su novela Pedro Páramo.
La peculiar forma de llamar a misa de parte de los pequeños se volvió viral en redes, el lugar de los hechos es el templo de San Miguel en Comala, Colima.
La grabación muestra a los pequeños corriendo para agarrar impulso mientras se sostienen de la cuerda, que a su vez se balancean para hacer sonar las campanas de la iglesia y llamar a misa a los feligreses.
La creativa forma de tocar las campanas de los hermanos, ha provocado que otros niños se sumen al grupo de campaneros y se conviertan en monaguillos.
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De acuerdo con Desde la fe 25, a decir del vicario de la parroquia, el padre Luis Pedro Pineda Covarrubias, la gente de Comala tiene una fe católica muy arraigada.
“Es conservadora y atesora mucho sus tradiciones religiosas. Tienen una gran devoción a Santa María de Guadalupe, es gente que reza el Santo Rosario y participa frecuentemente en Misa. En un gran porcentaje, hay mucho respeto a lo sagrado”, explica.
El sacerdote comentó que comenzó a trabajar con ellos procurando inyectar alegría al servicio en el altar y en el conocimiento de Dios, cambiando la idea de que la Iglesia es triste, que la gente se flagela, “ideas que algunas personas tienen”, dice.
Fue así como los pequeños comenzaron a disfrutar el servicio que realizaban. “Empezamos con los tres monaguillos que había, conviviendo y jugando con ellos; y haciéndoles ver que el servicio en el altar es un don que Dios regala a través de la alegría. Aquellos tres, a su vez, comenzaron a invitar a más niños; y con estos niños llegaron también sus papás.
Actualmente hay alrededor de 20 monaguillos en las diferentes capillas que tiene la parroquia”. Hoy en día –explica el sacerdote– los anfitriones son estos monaguillos voladores . Son de los más pequeños del grupo, pero con una gran entrega a la Iglesia: sus abuelos y sus padres fueron monaguillos, y ellos les inculcaron ese amor a Dios.
El sacerdote explica que el video fue grabado por una joven cuya familia vivía hace años en Comala, y se encontraba de visita en el pueblo:
“Los niños me habían preguntado si les permitía hacer la última llamada a la Misa de 7. Cuando les dije que sí, salieron disparados de la sacristía hacia el campanario.
La joven iba llegando en ese momento y al ver la simpatía y la alegría conque tocaban las campanas, los grabó. Cuando terminaron, regresaron corriendo a la sacristía para iniciar la Santa Misa”. El P. Luis Pedro Pineda no se dio cuenta de lo que había ocurrido, hasta que el video empezó a circular en las redes sociales.
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CAB