Lo que parecía una venganza por rencillas terminó en la captura de uno de los fundadores de la Unión de Tepito que era buscado hacía meses por la policía
Esta semana nuestro compañero Carlos Jiménez en “El que la hace la paga” nos presenta el caso de una noche en que los agentes de la Policía de la Ciudad de México que patrullan en convoy durante en las zonas más conflictivas de la capital del país acudieron a la llamada de auxilio de una joven que llama por teléfono para reportar que un exreo y un cómplice, con el que tenía problemas desde tiempo atrás, acababan de matar a tiros a su novio en los alrededores del barrio de Tepito.
Esa noche, al llegar al lugar encontraron un vehículo con una persona sin vida en su interior, siendo referidos por los vecinos de la zona sobre las características de los probables responsables, pidiendo apoyo al C2 para dar pie a la ubicación y monitoreo de los autos en los que viajaban los agresores a toda velocidad por diversas calles rumbo al Estado de México.
Los agentes trazaron una posible ruta de escape y entonces colocaron un punto de revisión para tenderles una trampa, logrando detener a uno de los homicidas. Pero la persecución no terminó ahí, pues su cómplice intentó escapar y en su afán de huir se tiró debajo de un carro, fingiendo ser un indigente. Pero esta treta de nada le sirvió.
Fue justo en este punto donde los agentes de la policía detuvieron a este hombre que durante meses había sido buscado por las autoridades. Además, al momento de su captura ofreció 1 millón de pesos a cambio de su liberación, pero los uniformados no los aceptaron.
Al momento de la captura, los agentes les decomisaron varias credenciales con distintos nombres, y es que ahora saben que uno de ellos fue de los fundadores del grupo delictivo de la Unión de Tepito y quería pasar desapercibido.
Gracias a la reacción de los agentes, a la planeación de los operativos nocturnos y a que los uniformados no aceptaron un millonario soborno, los dos hombres ya se encuentran presos. Si usted los reconoce, ¡denuncielos! Y es que el que la hace la paga.
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