A causa de la crisis económica, venezolanos recurren a licuados para tratar el VIH, pues la falta de medicamentos los obliga a buscar otras alternativas
Venezolanos infectados de VIH se ven forzados a buscar alternativas para tratar su padecimiento, pues la crisis de Venezuela ha perjudicado también en el abasto de medicinas.
Hojas verdes de guásimo o guazuma ulmifolia, 750 mililitros de agua y una licuadora, este es el remedio con el que los venezolanos tratan el VIH ante la escasez de fármacos antirretrovirales.
Adriana lleva cinco meses sin tomar sus medicamentos:
No tengo nada que perder (…) me voy a morir, mi vida llegó hasta la fecha en la que el gobierno no cumple con los medicamentos, recordó.
Venezuela llegó a la conclusión de recrear el brebaje que se ha tomado por años en los distintos países -entre ellos Brasil- como un tratamiento natural y complementario a enfermedades como la diabetes y el VIH. Algunos médicos señalan que el licuado mantiene altas las defensas de las personas.
Es un tratamiento complementario (…) porque el componente macerado de esas hojas es el tanino, que es un componente bioquímico que aparentemente tiene propiedades antivirales”, dijo el médico Carlos Pérez Pérez, parte del equipo de la organización no gubernamental Acción Solidaria, surgida en 1995 y que brinda atención integral a personas con VIH.
Desde el inicio de este año, cuando se acentuó la escasez de antirretrovirales, Pérez recomendó beber el licuado de hojas de guásimo dos veces al día por un mes, en un consumo que puede ir de una a dos veces al año.
Esa bebida “no sirve absolutamente para nada”, dijo el médico internista José Félix Oletta, ex ministro de salud y miembro de la organización no gubernamental Red Defendamos la Epidemiología.
Algunas pruebas clínicas pueden llegar hasta los 87 dólares y una caja de 30 pastillas antirretrovirales alrededor de los 85 dólares
El salario mínimo mensual es de 7.8 dólares a ese tipo de cambio paralelo.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro asegura que se enfrenta a una “guerra económica” y que las respuestas impuestas por Estados Unidos obstaculizan la compra de medicamentos y comida.
Tal vez el examen sea tan costoso que no pueda dejar de comer. Me gustaría hacer el examen (…) pero los exámenes ¡son pagados en dólares! “, indica Gómez, quien ha tenido sus medicamentos por donaciones privadas de ONGs y, por ello, no ha recurrido al guásimo.
Venezuela tuvo 6 mil 500 nuevas infecciones por VIH y 2 mil 500 muertes relacionadas con el SIDA, según el Programa Conjunto de Naciones Unidas para el SIDA (ONUSIDA). En 2016 había 120 mil personas infectadas por el VIH, de las cuales el 61% accedió a terapia antirretroviral.
Sin embargo, en su página de internet, ONUSIDA obtuvo como resultado del 2014 “el difícil económico está obstaculizando la capacidad de comprar y adquirir medicamentos, así como los suministros para las pruebas y la prevención del VIH “.
Lo peor de la escasez de antirretrovirales parece haber pasado y están llegando algunos medicamentos por donaciones y que distribuye el Seguro Social, según personas con VIH, médicos y ONG, pero algunos activistas aseguran que la situación sigue siendo un suministro intermitente, sobre todo en regiones del interior del país.
Con información de Excélsior
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