La autonomía de la UNAM es regularmente confundida con soberanía.
Después de la agresión de un grupo de porros en contra de alumnos del CCH Atzcapotzalco ha vuelto a surgir la polémica sobre la llevada y traída autonomía de la UNAM. De nueva cuenta imaginando que esta autonomía es soberanía y no hay nada más alejado de la realidad. Todo mundo se ha pronunciado por el respeto a la autonomía de la universidad pero sin basarse en lo que dice la ley.
La autonomía de la universidad es regularmente confundida con soberanía. La UNAM no es un estado extranjero, y por ende no se suspende la aplicación y vigencia del Código Penal y del de Procedimientos Penales al interior. La autonomía de la universidad esta claramente explicada en la Ley Orgánica del 30 de diciembre de 1944. En esta legislación se establecen seis autoridades. Unas ejecutivas y otras técnicas y legislativas. Se establece que es una institución democrática pues en su gobiernos no participan profesores y estudiantes. Una institución autónoma y nacional, descentralizada con plena capacidad jurídica, pero no ajena al estado mexicano, sino simplemente descentralizada del mismo. Esto no lo digo yo, se encuentra textual en la ley en comento. Para todos aquellos confundidos, desde el lamentable rector de la UNAM, pasando por el Gobierno Capitalino y terminando en Gobernación, les recomiendo ampliamente un extenso y magnífico estudio del Instituto de Investigaciones Jurídicas, de la misma casa de estudios, para que puedan comprender que la entrada de agentes armados al campus, en el marco de una diligencia ministerial, acompañados de peritos, ministerios públicos y hasta un abogado de la UNAM es un acto perfectamente legal.
De lo contrario la UNAM sería la mismísima “Dimensión Desconocida” en donde, por cruzar una raya, se entraría a un mundo de impunidad. Pues no tiene órganos de investigación y persecución del delito, ni tampoco podrían entrar los del estado. Y si, la UNAM, en específico el auditorio Justo Sierra, ahora irrespetuosamente para Sierra llamado Che Guevara, se ha vuelto el paraíso de la violencia.
Un informe de inteligencia publicado por un medio de circulación nacional, ha revelado que al interior del Che Guevara se ocultan una buena parte de los anarquistas o grupos porriles que rompen las protestas pacíficas, que también adentro se preparan todo tipo de elementos que sirven para agredir como petardos y bombas molotov. El rector, a quien ahora rumores han enfermado y que se convierte en guardián impoluto de la autonomía de la UNAM no puede ni pasar por la puerta de este auditorio, pues sabe lo que sucede en su interior y como le iría en caso de presentarse. Me parece que la autonomía como lo hemos explicado aquí no debe usarse para solapar actos vandálicos y delitos. Casi mueren dos estudiantes por lesiones de arma blanca.
Para acabar de dejar claro mi punto, le pregunto al lector: ¿Si un asesino o ladrón es perseguido por la policía sobre Insurgentes Sur, puede entrar a la UNAM y en ese momento cesa la persecución? La respuesta es obvia y clara: !No¡ La autoridad esta obligada a perseguir al delincuente y aplicar la Ley.
Si piensan acabar con la impunidad y la violencia y regresarle a los mexicanos la tranquilidad que se ha perdido, si quieren las autoridades devolverle al ciudadano la confianza en ellas, deben de empezar por aplicar la ley en cualquier lugar sin confundir autonomía y soberanía.