Mediante rayos cósmicos, científicos de la UNAM buscarán medir el tamaño de la chimenea volcánica
Para detectar posibles erupciones en el Popocatépetl, científicos de la UNAM buscan hacer una radiografía a partir de rayos cósmicos, para así poder determinar las dimensiones y estructura de la chimenea volcánica. Asimismo, para monitorear posibles cambios en el domo.
Un equipo del Instituto de Física (IF) de la UNAM desarrolla un detector de muones, que emplea los rayos cósmicos que llegan a nuestro planeta desde el Universo.
“Este tipo de radiación posee una energía tal que al ‘bombardear’ la atmósfera terrestre se producen otras partículas. Inicialmente se trata de los llamados piones, de cuyo rápido decaimiento resultan los muones. Estos últimos son partículas penetrantes que constituyen la radiación de origen cósmico, cargada eléctricamente, más abundante, que incide sobre la superficie terrestre”, explicó el físico Arturo Menchaca Rocha.
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¿Qué es la imagenología con rayos cósmicos?
El investigador y ex director del IF detalló que la imagenología con rayos cósmicos es como una radiografía. En estas últimas se emplean los rayos X.
En este caso, el principio de funcionamiento es que la parte más densa de nuestro cuerpo absorbe más radiación. De esta manera, en la radiografía aparecen zonas más “blancas”, menos veladas, que corresponden a los huesos.
“Aquí es más o menos lo mismo, porque los muones se atenúan como función de la densidad de la materia que atraviesan”.
“Aunque el monitoreo de un volcán incluye la sismicidad y la deformación del edificio volcánico, hay un parámetro difícil de determinar: la llamada chimenea volcánica, es decir, el conducto por donde asciende el magma y el “humo” hasta llegar al cráter, y que en muchos volcanes consiste en un complejo sistema de fisuras”.
El objetivo del equipo, que también lideran Jaime Urrutia Fucugauchi, es agregar las dimensiones y la estructura de la chimenea, así como monitorear posibles cambios en el domo y en el sistema de conductos magmáticos.
El prototipo probablemente estaría colocado en la estación de monitoreo Tlamacas, a casi cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar, donde el IGF y el Centro Nacional de Prevención de Desastres ya tienen otros instrumentos. Hay servicio de electricidad e internet y es la más cercana al cráter del volcán.
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CGLP