Una serpiente pitón de 7 metros de largo se tragó a una mujer en el centro de Indonesia, informaron las autoridades locales. Hace poco más de un año se registró un caso similar con un varón
El cadáver intacto de una indonesia fue hallado el viernes por la tarde en el vientre de una pitón de siete metros capturada cerca de la huerta donde la mujer había desaparecido, según ha anunciado este sábado la policía. El cadáver de Wa Tiba, de 54 años, fue encontrado por los lugareños de Persiapan Lawela, en la isla indonesia de Mun.
“Los vecinos desconfiaban de que la serpiente se hubiera tragado a la víctima y la mataron y transportaron fuera de la huerta”, explicó el jefe de la policía local en declaraciones a la agencia France Presse. La prensa local reproduce numerosas imágenes de la pitón con varias personas alrededor, antes, durante y después de sacar un cuerpo humano de su interior.
Según el relato recogido por el diario Radar Makassar, la mujer salió de su casa el jueves alrededor de las 19:00 horas y no regresó. Los vecinos encontraron la serpiente a unos 30 metros de un machete y unas sandalias pertenecientes a la víctima.
La huerta se encuentra al pie de un acantilado rocoso donde suele haber reptiles. Según cuenta esta publicación local, los vecinos arrastraron a la serpiente por el pueblo y la rajaron con un cuchillo. “En el vientre de la serpiente encontraron el cuerpo de la víctima”, añade el mando policial, que cree que el reptil engulló a la mujer empezando por la cabeza.
Hace poco más de un año ocurrió un caso similar, también en Indonesia. En esta ocasión fue un hombre de 25 años el que fue hallado en el interior del cuerpo de una pitón. El hombre desapareció cuando iba a trabajar al campo en el oeste de Indonesia.
La pitón gigante, una especie que vive en los bosques tropicales, abunda en Indonesia y Filipinas. Las reticuladas son serpientes constrictoras, es decir, envuelven a la víctima hasta asfixiarla y después la engullen entera. Son las serpientes de mayor longitud del mundo y algunos ejemplares llegan a sobrepasar los ocho metros y a pesar más de 130 kilos.
Tienen casi un centenar de dientes y comen de noche, habitualmente roedores, aves y otros reptiles, aunque también presas más grandes como ciervos y jabalíes. Son ágiles y pueden trepar por los árboles.
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