Lina Mukherjee había realizado una oración a Alá “sin propósito” y probó carne de cerdo “por curiosidad”, lo que generó una fuerte condena en Indonesia, una nación predominantemente musulmana.
Un caso que ha generado un gran interés en la opinión pública en Indonesia es la decisión de un tribunal en la ciudad de Palembang, en la isla de Sumatra, de condenar a dos años de prisión a Lina Mukherjee, una influyente figura en las redes sociales. Esta condena se relaciona con su participación en la difusión de un video en TikTok y otras plataformas que ha sido percibido como ofensivo por la comunidad musulmana. El veredicto fue anunciado el martes por el tribunal local.
El veredicto determina que Lina Mukherjee, de 32 años, es responsable de “difundir información que podría incitar al odio hacia ciertas personas y grupos religiosos”. El video polémico muestra a Lina, quien se declara musulmana, recitando la invocación islámica “bismillah” (“en el nombre de Alá”) antes de probar tiras de cerdo “por curiosidad”.
En el video, Lina reconoce que está infringiendo los principios fundamentales del Islam al consumir carne de cerdo. El consumo de carne de cerdo está estrictamente prohibido en la fe islámica, y su ingesta puede ser considerada blasfemia, al igual que el uso irreverente del nombre de Alá.
Además de la condena de dos años de prisión, a la influencer se le impuso una multa de 250 millones de rupias indonesias (aproximadamente 16,240 dólares estadounidenses o unos 277,820 pesos mexicanos). En caso de no pagar esta multa, enfrentará una pena adicional de tres meses de prisión.
El caso de Lina Mukherjee atrajo la atención de las autoridades en marzo, cuando un usuario denunció su video a la Policía por supuestos delitos de blasfemia y promoción de contenido que incitaba al odio. En Indonesia, la pena máxima por tales delitos podría ser de hasta cinco años de prisión.
Lina Mukherjee se declaró culpable ante el tribunal y ofreció una disculpa pública antes del inicio del juicio. Después de conocer el veredicto, expresó a los medios locales su aceptación de la sentencia y su compromiso de crear contenido en el futuro que sea “divertido y no ofensivo para las personas”.