El movimiento hutí en Yemen es un grupo político y armado de la rama chií zaidí del islam, el cual opera principalmente en esa región
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, designó al movimiento de los hutíes de Yemen, conocido formalmente como Ansar Allah, como “organización terrorista extranjera”, informó en un comunicado la Casa Blanca.
El expresidente Joe Biden había levantado esa etiqueta cuando tomó el relevo de Trump en la Casa Blanca en 2021, antes de calificarlos posteriormente de entidad “terrorista global especialmente designada”, una clasificación menos severa que seguía permitiendo la llegada de ayuda humanitaria al país devastado por la guerra.
La medida impone sanciones más duras que las que la administración Biden había aplicado al grupo alineado con Irán en respuesta a sus ataques contra la navegación comercial en el mar Rojo y contra los buques de guerra estadounidenses que defienden el crítico punto de estrangulamiento marítimo.
“Las actividades de los hutíes amenazan la seguridad de los civiles y el personal estadounidenses en Oriente Medio, la seguridad de nuestros socios regionales más cercanos y la estabilidad del comercio marítimo mundial”, afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
La política de Estados Unidos, dijo, sería trabajar con los socios regionales “para eliminar las capacidades y operaciones de Ansar Allah, privarlo de recursos, y por lo tanto poner fin a sus ataques contra el personal y los civiles estadunidenses, los socios de Estados Unidos, y el transporte marítimo en el mar Rojo”.
Rebeldes de Yemen
El movimiento hutí, también conocido como Ansarolá (Partidarios de Dios), es un grupo político y armado de la rama chií zaidí del islam que opera principalmente en Yemen. Surgió en la década de 1990 en la gobernación de Sa’dah, en el norte del país, con el objetivo de revivir y proteger la identidad zaidí frente a la creciente influencia del wahabismo y la intervención extranjera en la región.
Bajo el liderazgo de Hussein Badreddin al-Houthi, el movimiento se consolidó como una fuerza opositora al gobierno del entonces presidente Ali Abdullah Saleh, a quien acusaban de corrupción y de estar respaldado por potencias extranjeras como Estados Unidos y Arabia Saudita.
Tras la muerte de Hussein en 2004, su hermano Abdul-Malik al-Houthi asumió el liderazgo del grupo.
Los hutíes participaron activamente en la Revolución yemení de 2011, organizando protestas y coordinándose con otros grupos de oposición.
Sin embargo, rechazaron las disposiciones del acuerdo del Consejo de Cooperación del Golfo de 2011, que proponía una división federal de Yemen en seis regiones, argumentando que esta fragmentación no abordaba las raíces de la corrupción y la mala gestión gubernamental.
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En 2014, los hutíes lograron tomar el control de la capital, Saná, y de amplias zonas del norte de Yemen, lo que llevó al colapso del gobierno de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi.
Esta acción desencadenó una intervención militar liderada por Arabia Saudita en 2015, con el objetivo de restaurar al gobierno reconocido internacionalmente. Desde entonces, Yemen ha estado sumido en una devastadora guerra civil que ha provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo.
El movimiento hutí busca establecer un gobierno en Yemen que refleje sus principios ideológicos y religiosos, oponiéndose a la influencia extranjera en el país. Han recibido apoyo de Irán, lo que ha generado tensiones con países vecinos y ha internacionalizado el conflicto.
En los últimos años, los hutíes han incrementado su protagonismo en la región, realizando ataques con misiles y drones contra objetivos en Arabia Saudita y, más recientemente, contra Israel, en solidaridad con la causa palestina.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos y militares para resolver el conflicto, los hutíes mantienen el control de aproximadamente el 30% del territorio yemení, donde reside el 70 por ciento de la población del país.
Su capacidad para adaptarse y fortalecer su posición tanto interna como externamente continúa desafiando la estabilidad regional y plantea complejos retos para la paz en Oriente Medio.