Donald Trump, se mostró desafiante este viernes ante las críticas internacionales a su plan de imponer tarifas a la importación de aluminio y acero, asegurando que “las guerras comerciales son fáciles de ganar“
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el viernes que las guerras comerciales eran buenas y fáciles de ganar, mostrando un claro tono desafiante tras las críticas globales generadas por su plan de imponer fuertes aranceles a las importaciones de acero y aluminio, el cual desencadenó una caída de los mercados bursátiles del mundo.
La Unión Europea prometió firmes contramedidas, China Instó a Trump a mostrar moderación y Canadá, el mayor proveedor de acero y aluminio a Estados Unidos, dijo que tomará represalias si es impactado por los aranceles estadounidenses.
Trump dijo el jueves que los aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero y del 10 por ciento a las de aluminio, diseñados para proteger los empleos estadounidenses frente a productos extranjeros baratos, serían anunciados oficialmente la próxima semana.
“Cuando un país está perdiendo muchos miles de millones de dólares comercialmente con prácticamente todos los países con los que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”, dijo el mandatario el viernes en Twitter.
“Por ejemplo, cuando perdemos 100,000 millones (de dólares) con un país concreto y se muestran satisfechos, ya no comerciamos más, y ganamos a lo grande ¡Es fácil!”, agregó.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE), calificó los aranceles como una intervención flagrante que equivale a proteccionismo, y aunque si bien prometió actuar con firmeza, la UE, considerada un contrapeso global a los intentos proteccionistas de Trump, no hizo mención de posibles represalias, aunque sí habló de contramedidas que se ajustan a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Vemos las relaciones comerciales internacionales como una situación beneficiosa para todos”, dijo un portavoz de la Comisión Europea.
Ante esta situación, los temores de potenciales represalias de Canadá, China y Europa provocaron la caída de las acciones mundiales y llevaron a los inversores a refugiarse en activos seguros como los bonos gubernamentales y el yen japonés.
Y es que, el acero se ha convertido en un tema clave para Trump, quien se comprometió a restaurar la industria estadounidense y castigar lo que a su juicio son prácticas comerciales injustas, especialmente por parte de China, que representa sólo el 2 por ciento de las importaciones estadounidenses de acero, pero su masiva expansión en la industria ha llevado a producir un exceso de acero a nivel global que ha reducido los precios.
De esta forma, las siderúrgicas asiáticas también están preocupadas de que los aranceles de Estados Unidos podrían derivar en que sus mercados domésticos se inunden con productos de acero que no tengan otro lugar donde ir.
When a country (USA) is losing many billions of dollars on trade with virtually every country it does business with, trade wars are good, and easy to win. Example, when we are down $100 billion with a certain country and they get cute, don’t trade anymore-we win big. It’s easy!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 2 de marzo de 2018
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