El presidente Donald Trump ha estado proporcionando su número de teléfono celular a los mandatarios de otros países y los ha instado a que le hablen directamente, lo cual es una inusual invitación que rompe el protocolo diplomático, avivando preocupaciones sobre la seguridad y la confidencialidad de las comunicaciones del comandante en jefe de los Estados Unidos.
entre los líderes a los que Trump ha instado para que se pongan en contacto directo con él están los mandatarios de Canadá y México, según funcionarios y ex funcionarios estadounidenses con conocimiento directo de la práctica. Señalando que de los dos, sólo el premier canadiense Justin Trudeau ha aprovechado la oferta hasta ahora.
Además, Trump también intercambió números telefónicos con el presidente francés Emmanuel Macron cuando conversaron inmediatamente después de la victoria electoral de Macron a inicios de mayo, sin embargo, no hay datos certeros que indiquen si presidente galo tenga intención de usar la línea.
Que líderes mundiales se llamen vía teléfono celular puede parecer sin importancia en el moderno mundo móvil; pero en la arena diplomática, donde las llamadas líder a líder son asuntos altamente instrumentados, se trata de otra ruptura de protocolo por parte de un presidente que una y otra vez ha expresado desconfianza en los canales y modos oficiales.
Los presidentes estadounidenses generalmente hacen llamadas en una de varias líneas seguras, incluidas las de la Sala de Crisis de la Casa Blanca, de la Oficina Oval o de la limosina oficial, conocida como “La Bestia”. Pero, para expertos en seguridad nacional, que Trump utilice incluso el teléfono celular entregado por el gobierno, genera vulnerabilidad en sus llamadas, en particular hacia los gobiernos extranjeros.
“Si estás usando una línea abierta, entonces es una línea abierta, lo que significa que quienes tienen la capacidad de vigilar esas conversaciones, lo están haciendo”, dijo Derek Chollet, un ex asesor del Pentágono y el funcionario del Consejo de Seguridad Nacional que trabaja actualmente en el German Marshall Fund de Estados Unidos.
Un presidente “no lleva consigo un teléfono seguro”, dijo Chollet. “Si alguien está tratando de espiarte, entonces debes asumir que todo lo que digas está siendo escuchado por otro”.