El presidente Donald Trump, acompañado de su esposa Melania, realizaron una visita sorpresa al legislador republicano Steve Scalise en el hospital en el que fue ingresado luego del tiroteo en un campo de beisbol en el que resultó herido.
El congresista Scalise, representante por Luisiana y el tercer republicano de mayor rango en la Cámara de Representantes de EU, recibió un disparo en la cadera y se encuentra en condición “crítica”, informó el hospital Washington MedStar, donde fue sometido a una operación de urgencia.
Matt Mika, ex asesor parlamentario y miembro de un grupo de cabildeo ante el Congreso, también fue alcanzado por los disparos y se encuentra en estado “crítico”.
El tercer herido identificado es Zachary Barth, asesor de la oficina del congresista de Texas Roger Williams, quien pudo anunciar en su cuenta de Facebook que había sido herido y se encontraba en el hospital fuera de peligro.
Los otros dos heridos son miembros de la policía del Capitolio, quienes estaban desplegados en el complejo deportivo de este tranquilo vecindario a las orillas del río Potomac para brindar protección a Scalise, miembro de la cúpula de liderazgo republicana en el Congreso, y fueron los primeros en responder el ataque.
Scalise tiene asignada seguridad permanente, al contrario que los otros congresistas presentes en el entrenamiento, algo que, según los testigos, evitó que el suceso se convirtiera en una masacre.
Trump compareció tras el suceso para aclarar que el autor de los disparos había muerto en un hospital de Washington por las heridas que le causaron los policías que intentaron reducirlo, además de ofrecer un mensaje de unidad, abandonando el lenguaje de enfrentamiento político que le caracteriza.