William Stepien, director de la campaña de Trump en los últimos meses de la carrera a la Casa Blanca, se excusó a último minuto, alegando una emergencia familiar.
Los principales asesores del entonces presidente Donald Trump le dijeron que sus denuncias de fraude electoral generalizado eran infundadas y no revertirían su derrota electoral, pero él se negó a escuchar, según el testimonio presentado el lunes en una audiencia de la comisión que investiga los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
Funcionarios que trabajaron en la campaña de Trump y en su gobierno afirmaron que le dijeron que no hallaron respaldo a una amplia gama de acusaciones surgidas tras su derrota electoral de noviembre, incluyendo informes de una “maleta sospechosa” con papeletas falsas, un camión que transportaba sufragios a Pensilvania, chips de computadora intercambiados en máquinas de votación y un proceso fraudulento en Arizona.
“Pensé, si se cree realmente estas cosas, es que ha perdido contacto con la realidad”, dijo William Barr, que fue fiscal general de Trump y que durante mucho tiempo fue considerado leal al presidente republicano.
En un testimonio en video, Barr desestimó sin rodeos las afirmaciones de fraude como “tonterías” y “cosas locas”, añadiendo que “nunca hubo una indicación de interés en lo que eran los hechos reales”.
Rudy
El exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, y exasesor de Donald Trump (2017-2021) estaba “definitivamente ebrio” la noche de las elecciones de 2020 e instó en repetidas ocasiones al entonces presidente a proclamar la victoria sin que el conteo hubiera terminado.
Así lo declararon ante el comité legislativo que investiga el asalto al Capitolio el que fuera jefe de campaña de Trump, Bill Stepien, y el portavoz de esa operación política, Jason Miller, cuyas palabras fueron reproducidas en video en una audiencia.
“El alcalde Giuliani decía: ‘Ganamos. Nos están robando. ¿De dónde han salido todos esos votos? Necesitamos salir y decir que ganamos”, recordó Miller.
Preguntado sobre el estado de Giuliani cuando hizo esos comentarios, Miller dijo que estaba “definitivamente ebrio“.
Por su parte, Stepien afirmó que Giuliani había bebido demasiado en la noche electoral y estaba intentando que Trump declarara la victoria pese que su equipo legal le estaba aconsejando que esperara porque el conteo no había terminado y, por tanto, no podía decir que había ganado al demócrata Joe Biden.
La subpresidenta del comité, la republicana Liz Cheney, también dijo en su testimonio inicial que Giuliani estaba “aparentemente ebrio” en la noche de los comicios.
“Trump rechazó el consejo de sus expertos en la noche de electoral y, a cambio, siguió el consejo de Rudy Giuliani, aparentemente borracho, para simplemente afirmar que ganó”, narró Cheney, quien el año pasado fue expulsada del liderazgo de su partido por refutar las mentiras sobre fraude electoral de Trump.
La legisladora, hija del exvicepresidente Dick Cheney (2001-2009), es una de los dos republicanos que componen el comité, mayoritariamente demócrata.
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El comité selecto de la Cámara de Representantes, liderado por los demócratas, que investiga el asalto al Capitolio por parte de miles de simpatizantes de Trump, presentó sus conclusiones en una segunda audiencia pública este mes sobre su investigación de casi un año de los disturbios.
Un testigo clave no asistió a la audiencia de la comisión del Congreso de Estados Unidos que investiga el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, pero el panel siguió adelante con sus planes de poner de relieve las afirmaciones infundadas del ex presidente Donald Trump de que las elecciones de 2020 fueron robadas.
La audiencia comenzó con unos 45 minutos de retraso después de que William Stepien, director de la campaña de Trump en los últimos meses de la carrera a la Casa Blanca, se excusó a último minuto, alegando una emergencia familiar.
La sesión, la segunda de las seis audiencias públicas que se esperan este mes, se centró en la anterior insistencia de Trump de que su derrota en las elecciones de 2020 fue el resultado de un fraude generalizado, una acusación infundada conocida como la “Gran Mentira”.
La audiencia del lunes trató de argumentar que Trump ignoró el consejo de muchos de sus propios colaboradores cuando afirmó que las elecciones presidenciales de 2020 le fueron “robadas” y animó a sus partidarios a marchar hacia el Capitolio.
“Él y sus asesores más cercanos sabían que esas afirmaciones eran falsas, pero siguieron vendiéndolas de todos modos, justo hasta momentos antes de que una turba de partidarios de Trump atacara el Capitolio”, dijo la demócrata Zoe Lofgren.
Esta es la segunda audiencia que celebra el comité que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Está centrada en la campaña de desinformación creada por Trump y sus aliados para promover las mentiras sobre fraude en las elecciones de 2020.
En la primera audiencia, celebrada el pasado jueves, el comité intentó establecer que la toma del Capitolio fue la “culminación” de un intento de golpe de Estado por parte de Trump, que sabía que había perdido las elecciones pero se negaba a aceptar el resultado.
Trump niega haber actuado mal y ha insistido en repetidas ocasiones en que no perdió, desestimando la investigación del comité selecto como una caza de brujas política.
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CAB