Kamala Harris ha declarado que, durante el verano de 1983, cuando era estudiante, trabajó en un McDonald’s.
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se presentó el domingo en un restaurante McDonald’s en Pensilvania, asumiendo el papel de un empleado en una acción destinada a desmentir lo que calificó como una mentira de Kamala Harris, su rival electoral.
Trump se protegió su camisa blanca y su corbata con un delantal. Después de que le mostraran cómo se preparan las papas fritas, se puso a trabajar: las frió, les agregó una abundante cantidad de sal y las empacó en bolsitas.
Conocido por su gusto por las hamburguesas y la comida rápida, el político de setenta años se acercó al mostrador. “Regalo de Trump”, les dijo a una familia que estaba esperando ser atendida en un restaurante de Feasterville, cerca de Filadelfia.
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Kamala Harris ha declarado que, durante el verano de 1983, cuando era estudiante, trabajó en un McDonald’s, alternando entre la caja registradora, la freidora y la máquina de helados en un restaurante de Alameda, cerca de Oakland, California.
Trump afirma que es una mentira de la candidata demócrata, aunque no presenta pruebas al respecto. Asimismo, el equipo de campaña de la vicepresidenta no ha logrado confirmar la veracidad de la versión de Harris.
El trabajo temporal en un restaurante de comida rápida es, en efecto, una experiencia con la que millones de estadounidenses pueden identificarse.