El sexto tribunal unitario de la Ciudad de México negó un amparo a Luis Cárdenas Palomino, exmando de la Policía Federal
Un tribunal unitario confirmó el auto de formal prisión por el delito de tortura, en la modalidad de instigador y autor material, en contra de Luis Cárdenas Palomino, exdirector de Seguridad Regional de la Policía Federal y uno de los más estrechos colaboradores del ex secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna.
La resolución emitida por el Sexto Tribunal Unitario de la Ciudad de México implica que Cárdenas Palomino se mantenga preso en el penal federal “Altiplano”, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México, centro penitenciario al que fue ingresado el 5 de julio del 2021, en cumplimiento por una orden de aprehensión librada por este caso.
El fallo del citado tribunal estableció en su sentencia que el auto de formal prisión dictado por el Juez Décimo Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales de la Ciudad de México, Guillermo Francisco Urbina Tanús, en la causa penal 10/2020 está debidamente fundado, por lo que declaró “infundados e inoperantes” los agravios presentados por la defensa de Luis Cárdenas Palomino.
En la especie quedó demostrado a título de probable que el justiciable el día y en el lugar de los hechos autorizó a terceros (servidores públicos a su mando) infligir dolores y sufrimientos físicos y psicológicos a las víctimas, señala un extracto de la sentencia.
De igual forma, el magistrado Luis Pérez de la Fuente estableció en su sentencia que el auto de formal prisión dictado en primera instancia contra el ex mando policiaco, estuvo apegado a la legalidad, derivado de “la ley no exige que se tengan pruebas completamente claras que establezcan de modo indubitable la plena responsabilidad de aquél, sino que requiere únicamente que los datos arrojados por la averiguación previa, sean bastantes para comprobar las categorías procesales”.
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De acuerdo con el expediente del caso, la orden de aprehensión contra Luis Cárdenas Palomino tiene su origen en un operativo realizado por la Policía Federal contra cuatro familiares de Israel Vallarta Cisneros, acusado de secuestro por la entonces Procuraduría General de la República (PGR) tras un montaje en el que también fue detenida la ciudadana de origen francés, Florence Cassez.
Dicho operativo tuvo lugar el 27 de abril del 2012 y en él participaron 13 elementos de la extinta Policía Federal dirigidos por Cárdenas Palomino, logrando la detención de cuatro personas, incluyendo a Mario Vallarta Cisneros, hermano de Israel Vallarta, y Sergio Cortéz Vallarta, su sobrino. Ambos familiares, junto con otros dos imputados, fueron torturados para obligarlos a firmar confesiones en las que ambos “aceptaban” ser integrantes de una banda de secuestradores.
En la denuncia también aparecen como víctimas los hermanos Eduardo y Ricardo Estrada Granados, detenidos y golpeados dentro de su domicilio en la misma fecha.
Mario Vallarta, Sergio Cortéz y los hermanos Ricardo y Eduardo Granados fueron acusados de formar parte de la banda de secuestradores “Los Zodíaco” y actualmente están a la espera de una sentencia definitiva en el proceso penal relacionado con el presunto plagio de un comerciante supuestamente privado de su libertad en el domicilio de la familia Estrada Granados, en un predio que también funcionaba como pensión para automóviles.
En el expediente, también se libró una orden de aprehensión contra otros 12 elementos de la extinta Policía Federal que participaron en el operativo, debido a que los servidores públicos que ingresaron sin orden de cateo a un domicilio particular, con el argumento de que había flagrancia y de que las puertas del lugar “estaban abiertas de par en par”.
Entre las pruebas que obran en el expediente, constan los dictámenes de integridad física que peritos de la Procuraduría General de la República realizaron al otro día de que se efectuaron las detenciones: en todos los caso se concluye que las cuatro personas presentaban escoriaciones y moretones o equimosis en varias partes del cuerpo, así como dolores intensos en el abdomen por los golpes recibidos.
Por lo anterior, las peritos en medicina forense, Edith Silvia Palacios y Eugenia de Jesús Barrera, solicitaron que en todos los casos se realizaran dictámenes adicionales de ortopedia para descartar que los afectados presentaran fractura en las costillas, mismos que se realizaron el 28 de abril del 2012, es decir, 24 horas después de las detenciones, algunos de los cuales arrojaron secuelas por tortura.
En el examen de ortopedia que se le realizó a Sergio Cortéz Vallarta el 1 de mayo del 2012, el peritaje concluye que Cortéz presentaba traumatismos provocados por “culatazos” y que los golpes que recibió de un elemento de la Policía Federal le provocaron una pérdida auditiva del 60%.
Además, al momento de realizar los Protocolos de Estambul, la perito independiente Luz Mila María Páez concluyó que en todos los casos las lesiones descritas en los dictámenes físicos, las narraciones de los cuatro afectados, las secuelas en la salud de estas personas y las alteraciones emocionales que sufren desde el día de los hechos “son concordantes y positivas” para acreditar la tortura.
Con motivo de esa detención, (los afectados) recibieron de sus aprehensores golpes físicos y maltrato psicológico con el fin de que confesaran su participación en un secuestro, señala la consignación.
En los testimonios rendidos dentro de la averiguación previa, Mario Vallarta Cisneros, Sergio Cortéz Vallarta y los hermanos Eduardo y Ricardo fueron coincidentes en señalar a Luis Cárdenas Palomino como el mando que dirigió e instigó la tortura física y material en su contra, por lo que el juez de la causa concluyó que este ex servdidor público ordenó y alentó a sus subordinados para que los golpearan y amenazaran.
Dicha persona en su calidad de superior jerárquico de los suboficiales de la policía federal que participaron en la detención, autorizó para que les infringieran golpes a las víctimas, además de golpear él mismo a los afectados, señala un extracto del auto de formal prisión.
Detención
Cárdenas fue detenido en julio de 2021 en un fraccionamiento de Naucalpan, en el Estado de México. Era considerado como un “súper policía” e incluso Felipe Calderón Hinojosa lo premió con la Medalla del Valor, un reconocimiento hecho exprofeso por el entonces Presidente de México. Pero, de acuerdo con distintos testimonios, Palomino era un torturador.
La detención se realizó por elementos de la Fiscalía General de la República (FRG) en coordinación con la Secretaría de Marina (Semar) y la Comisión Nacional de Inteligencia (CNI), quienes cumplimentaron una orden de aprehensión en contra del extitular de la División de Seguridad Regional de la extinta Policía Federal, luego de que el Juzgado Décimo Segundo de Distrito en Procesos Penales Federales de la Ciudad de México librara una orden de captura en su contra por el delito de tortura.
El mismo García Luna, su superior con Felipe Calderón, está vinculado con el Cártel de Sinaloa y con el tráfico de drogas, de acuerdo con las autoridades de Estados Unidos. Se encuentra detenido en Nueva York y se encuentra bajo proceso judicial.
El 30 de julio de 2020, autoridades federales de Estados Unidos que llevan la causa contra el exsecretario García Luna acusaron formalmente de narcotraficantes a dos exfuncionarios mexicanos: Cárdenas Palomino y Ramón Eduardo Pequeño García, exjefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal.
Los fiscales que llevan el caso de García Luna dicen que ambos individuos brindaron protección al Cártel de Sinaloa, que comandaron Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. El Departamento de Justicia dice que tanto Pequeño García como Cárdenas Palomino “aceptaron millones en sobornos para proteger al Cártel de Sinaloa”.
Asimismo, Cárdenas Palomino es identificado como como uno de los responsables de armar el montaje en el caso Florence Cassez e Israel Vallarta. Cárdenas fue de los señalados en la declaración de “La Barbie” junto con García Luna, pero no había sido procesado.
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CAB