El menor fue trasladado de emergencia, luego de que su hermana y él ingirieran una sustancia que habría sido usada para intentar envenenar al perro.
Jacobo, un niño de siete años quien, junto con su hermana Adriana de cinco, fueron presuntamente envenenados al comerse un pan que arrojaron al patio de su casa, para después ser trasladado al Hospital de Alta Especialidad de Veracruz.
El menor, originario de San Pedro Soteapan, al sur del estado, estaba internado en el Hospital General Valentín Gómez Farias de Coatzacoalcos, luego de que su hermana muriera por la ingesta de una sustancia con la que los vecinos pretendían envenenar al perro.
La madre de Jacobo pidió apoyo para salvar al pequeño, mientras en su casa velan a Adriana, quien no logró sobrevivir a la intoxicación. El traslado de Jacobo se hizo vía aérea apoyados del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), aeronáutica civil, atención médica y protección contra riesgos sanitarios.
“Hoy, salvar la vida de cada veracruzano y veracruzana es prioridad para el gobierno del estado; tengan por seguro que se está haciendo todo lo posible por salvar la vida de Jacobo”, refirió en sus redes sociales el secretario de Salud estatal, Roberto Ramos Alor.
De acuerdo con los primeros informes, los pequeños jugaban con su hermana de 11 años en el patio. La niña más grande avisó su padre cuando se percató que los pequeños estaba vomitando.
Ambos menores fueron trasladador al hospital más cercano, en la comunidad de San Antonio, pero la niña murió y su hermano fue trasladado al hospital civil de Coatzacoalcos donde estaba entubado. Anoche, fue trasladado nuevamente, pero esta vez al hospital de Veracruz.
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