Los perros abandonados deben enfrentar situaciones terribles, desde peleas con otros perros hasta ingeniárselas para poder encontrar su propia comida.
La historia de Alex, es una de esas historias que demuestran la fortaleza de un ser vivo cuando tiene deseo por vivir, el cual logró una segunda oportunidad gracias a la entrega desmedida de una mujer que le dió, lo que en sus primeros meses nunca recibió: amor.
Todo comenzó hace cuatro años cuando Alex, un perro de raza weimaraner estaba literalmente en los huesos cuando lo encontraron vagando por las calles de Nueva Orleans.
Apenas lo rescataron, pusieron una foto de él en un centro de control animal y si nadie lo reclamaba, lo iban a sacrificar.
Sus rescatadores lo describieron como un perro aterrorizado, demacrado y muy descuidado, pero a pesar de todo se seguía aferrándose a la vida.
Deanna Theis, asistente del director en Southern Animal Foundation, vio una foto de
Alex en la página web de un centro local de control de animales, y se dio cuenta de que el pobre animal sería sometido a eutanasia a menos que alguien como ella fuera a salvarlo.
Le hicieron exámenes y descubrieron algo que les rompió el corazón a todos. Una radiografía reveló que tenía ramas y piedras en su estómago, producto de su hambre voraz que vivió en días y hasta meses de vagancia callejera, por lo que fue llevado a cirugía para que se las pudieran remover, ya que eran tan grandes y estaba tan debilitado su organismo, que él no las podía eliminar por sí solo.
La situación se puso tan grave que requirió cirugía, debido a que su estómago se había volteado en su torso. Sin embargo, la operación fue un éxito y una vez más se salvó de la muerte.
Aunque Alex había sufrido demasiado, estaba demacrado por la desnutrición y el abandono, nunca dejó de ser un animal encantador.
“Todavía era tan agradable, dulce e indulgente a pesar, obviamente, del abandono que ha sufrido durante tanto tiempo”, dijo Deanna.
Tras la intervención, rápidamente comenzó su proceso de rehabilitación, cambiaron su dieta para que se recuperara más rápido, también lo rodearon de amor todos aquellos que estuvieron involucrados en su rescate.
Después de un tiempo, Deanna sabía que no podía vivir sin un guerrero como él a su lado, por lo que comenzó con los trámites para adoptar a Alex a la brevedad y así seguir con su tratamiento y lograr su rehabilitación total.
Luego de todo este tiempo, Deanna ha compartido nuevamente la historia de Alex, mientras anuncia su rehabilitación total, al haber alcanzado un peso de 43 libras, con más fuerza y alegría que nunca.
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