La red social X había estado vetada desde el 30 de agosto en el mayor país de América Latina, donde cuenta con 22 millones de usuarios
X volvió a estar disponible en Brasil luego de 40 días de suspensión, en medio de un pulso con la justicia sobre divulgación de informaciones falsas.
Usuarios reportaron que conseguían acceder de nuevo a la plataforma del magnate Elon Musk, después de que la corte suprema autorizara el martes su reactivación tras el pago de una millonaria multa.
X estaba vetada desde el 30 de agosto en el mayor país de América Latina, donde cuenta con 22 millones de abonados.
El entusiasmo entre los usuarios se reflejó de inmediato en los “trending topics”, que celebran el desbloqueo con etiquetas como “Voltou” (Volvió) o “I’m back” (Estoy de regreso).
La reactivación de X ocurre de forma progresiva, al depender de las medidas utilizadas por los proveedores de internet, según la agencia reguladora de telecomunicaciones Anatel.
Antes de ser autorizada a operar nuevamente, X tuvo que pagar multas por 28.6 millones de reales (5.2 millones de dólares).
También debió desactivar previamente cuentas acusadas de desinformación, algunas de ellas vinculadas a una investigación en curso sobre “milicias digitales” y nombrar a un representante legal en Brasil.
Época de restricciones
El juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes autorizó el martes el desbloqueo tras considerar que la plataforma había respondido a los requisitos judiciales.
Moraes y Musk sostuvieron una pulseada en torno a los límites de la libertad de expresión y la regulación de las redes sociales.
Para Afonso De Albuquerque, profesor de Comunicación de la Universidad Federal Fluminense “la pelea no terminó” pero “el STF ganó el ‘round'”.
“Por primera vez, se coloca la idea de que las plataformas pueden ser reguladas”, dijo.
Los brasileños han estado divididos sobre las razones de la suspensión.
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La red social “tiene un lado bueno y uno malo” porque “trastoca mucho la vida de la gente, con comentarios negativos“, dijo en Sao Paulo Abi García, una estudiante de 22 años.
“Si las personas la usaran como una forma de conocimiento y mejora sería mucho mejor”, lamentó.
La empresaria Lilian Lazarini, de 50 años, fustigó en cambio la suspensión: “Vivimos una época restringidos de muchas cosas que no deberíamos. La libertad de expresión tiene que existir aquí y es por eso que luchamos”.
La red social celebró la decisión, mientras Musk no se ha manifestado hasta ahora.
“X se siente orgulloso de regresar a Brasil (…) Seguiremos defendiendo la libertad de expresión, dentro de los límites de la ley, en todos los lugares donde operamos”, dijo en su cuenta de asuntos globales.
Personalidades políticas comenzaron a copar de nuevo los espacios en la red, incluido el campo del expresidente ultradechista Jair Bolsonaro, algunos de cuyos seguidores Moraes ha acusado de alimentar la desinformación.
“No podemos aceptar ningún intento de sofocar el derecho a la libre expresión. Internet es un territorio de libertad y cualquier esfuerzo para limitar ese espacio es censura”, escribió su hijo y senador Flavio Bolsonaro.
El ministro de Comunicaciones, Juscelino Filho, estimó el martes que el país ha “demostrado al mundo que aquí hay que respetar las leyes, sea quien sea. Brasil es soberano”.
“Alerta”
Human Rights Watch se mostró crítico con X y el Supremo y estimó que el episodio debería servir de “alerta”.
“La protección de los derechos (de los usuarios) no puede depender de los caprichos de corporaciones y de los excesos de las autoridades”, subrayó en un comunicado.
El “apagón” de X en Brasil tuvo una momentánea excepción el 18 de septiembre, cuando volvió a estar ampliamente accesible por más de 24 horas gracias a una maniobra técnica que le permitió eludir el bloqueo.
Esa violación le valió la mayor parte de la multa que se vio obligada a pagar para volver a operar.
Musk llegó a acusar al juez de “dictador malvado”.
Moraes, por su parte, señaló a la plataforma de permitir la propagación de información que amenaza el sistema democrático.