Los hechos se registraron la tarde del jueves 2 de marzo de 2006, en la colonia Cumbres, una zona de nivel medio alto, al poniente de Monterrey
Un juez Juez de lo Penal ratificó la condena y sentencia definitiva de 71 años, 7 meses y 27 días de prisión en contra de Diego Santoy Riveroll, mejor conocido como “El asesino de Cumbres”.
Santoy Riveroll fue encontrado culpable de los delitos de homicidio calificado, homicidio calificado en grado de tentativa, robo calificado y privación ilegal de la libertad en su carácter de secuestro.
Además, se ordenó que Santoy pague, por concepto de reparación de daños, 217 mil 139 pesos, más 57 mil 200 pesos por concepto de tratamiento psicológico a las víctimas.
Concretamente, serán 217 mil 139 pesos por el fallecimiento de los menores Erick Azur y María Fernanda; 23 mil 400 pesos a los padres, Teresa Guadalupe Coss y León Navarro, por tratamiento psicológico; 23 mil 400 pesos para Catalina Bautista Juárez, la sirvienta que secuestró, por tratamiento psicológico.
Asimismo, deberá pagar 10 mil 400 pesos para su exnovia Érika Peña Coss, por tratamiento psicológico y otros 10 mil 30 pesos por dejarla incapacitada. Finalmente, 53 mil 390 a favor del Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González.
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En detalle, los delitos que se le imputaron fueron: homicidio calificado en contra de María Fernanda y Erick Azur Peña Coss; intento de homicidio en contra de su ex novia, Erika Peña Coss; privación ilegal de la libertad, en su modalidad de secuestro, en contra de la entonces trabajadora doméstica de los Peña Coss, Catalina Bautista y robo calificado porque en su huida se llevó el vehículo de Érika.
En un principio, a Santoy Riveroll se le había dictado una sentencia de 138 años en el 2010, la que la apeló, y por la que, en el 2012, se le redujo a la misma que se le ratificó ahora.
Santoy, en aquel entonces de 21 años, fue culpado de asesinar a los niños Érick Anzur y María Fernanda Peña Coss, de 7 y 3 años de edad respectivamente, hermanos de Érika Peña, con quien sostenía una relación amorosa.
De acuerdo a las versiones dadas a conocer en el juicio, los hechos se registraron la tarde del jueves 2 de marzo de 2006, en la colonia Cumbres, una zona de nivel medio alto, ubicada en el poniente de Monterrey.
Un disgusto de la pareja, seguido de una fuerte discusión, desencadenó el presunto ataque de ira de Diego, que terminó con la vida de los infantes.
Érika Peña acusó al sujeto haber matado a sus hermanitos con un cuchillo, además de intentar asesinarla al propinarle tres heridas en el cuello con el objeto punzocortante.
Tras los hechos, Santoy se dio a la fuga, pero capturado cinco días después en la ciudad de Oaxaca, donde pretendía tomar un autobús en la central camionera local en busca de llegar a la frontera con Guatemala.
Santoy Riveroll se declaró culpable del asesinato, indicó que no actuó solo y señalaba a su expareja de complicidad para cometer el crimen, acusación que Érika Peña negó.
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CAB