La Torre de Garisenda en Italia, cuya altura alcanza los 47 metros, tiene una inclinación de 4 grados; los especialistas consideran que está en riesgo de caerse
La Torre de Garisenda, construida en el siglo XII está en riesgo de derrumbarse y las autoridades piden apoyo para restaurarla.
El Gobierno local armó una barrera de 5 metros de alto alrededor de la Torre de Garisenda, un símbolo arquitectónico de las construcciones medievales de Italia, para contener los escombros en caso de que llegara a colapsar.
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La torre, que mide 47 metros, tiene una inclinación de cuatro grados y, después de estar monitoreándola, se notaron cambios en su inclinación. De acuerdo con el alcalde de Bologna, Matteo Lepore, se necesitarán al menos 10 años y 20 millones de euros para prevenir su colapso.
¿Por qué la Torre de Garisenda se está inclinando?
Al igual que su contemporánea, la famosa Torre de Pisa, la Torre de Garisenda ha estado inclinada por siglos debido al asentamiento del suelo tras su construcción. Esta emblemática torre muestra una inclinación de 4 grados, ligeramente superior a los 3.9 grados de la Torre de Pisa. El problema se ha agravado al punto de que las autoridades tuvieron que acordonar la zona el mes pasado. Además, el daño que ha sufrido incluye modificaciones en la era medieval con la instalación de herrerías y hornos de pan dentro de ella.
El desafío que representa estabilizar y restaurar una torre de tal magnitud es enorme. De hecho, el proyecto inicial ya cuenta con una inversión de 4.3 millones de euros. Este plan de contingencia incluirá la creación de un área de contención para prevenir cualquier daño a las estructuras cercanas o peligro para los transeúntes en caso de un posible colapso.
El proceso de intervención no es solo caro, sino también prolongado. La experiencia con la Torre de Pisa, que también tomó una década para su restauración, hace pensar que el plazo será similar. Con cámaras de video manteniendo vigilancia constante, la ciudad se prepara para un proyecto de restauración.
El legado cultural de las torres de Bologna
Las torres Garisenda y Asinelli, ambas nombradas por los apellidos de las familias rivales que las construyeron para mostrar su poder y riqueza, son parte integral de la identidad de Bologna. La Garisenda, mencionada por Dante en la Divina Comedia y por Goethe en su Viaje a Italia, tiene una altura actual de 48 metros, aunque originalmente alcanzaba los 60 metros antes de ser acortada debido a su inclinación.
La importancia de estas construcciones es tal que el alcalde ha solicitado al gobierno que las torres sean consideradas patrimonio de la humanidad por la Unesco, un reconocimiento que subrayaría su significado histórico y cultural.