Ordeñaban los ductos cuando la fuga de gasolina se salió de control, fue detectada a tiempo evitando una tragedia.
La noche de ayer, pasadas las 22 horas, se registraron dos fugas de gasolina, procedentes de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), provocadas por la ordeña ilegal en una toma clandestina en el Estado de México. Las tomas fueron localizadas y resguardadas por personal de la Secretaría de Seguridad (SS) y de Pemex.
Trabajadores de Pemex ubicados en el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5) dieron aviso a Policías Estatales sobre la baja de presión en dos ductos ubicados en los municipios de Axapusco y Otumba.
En el primer caso, en el municipio de Axapusco, arribaron elementos de la SS y resguardaron la zona para evitar accidentes, en espera de las autoridades competentes. Tras inspeccionar el sitio, la Gerencia Regional de Seguridad Física de Pemex corroboró que sólo se apreciaba humedecimiento al interior de la excavación; sin embargo, determinaron suspender el servicio del poliducto por la toma clandestina que se localizó en el kilómetro 182+500, a fin de prevenir incidentes.
En el municipio de Otumba se desalojaron más de 300 pobladores de las colonias el Ranchito y la Estación. Allí la fuga tenía una altura de aproximadamente diez metros desde ducto; la toma clandestina está ubicada en el predio denominado La Estación, cerca de la carretera local Otumba – Tizayuca, donde los policías mexiquenses acordonaron la zona con un aproximado de 60 elementos, ocho unidades y una ambulancia con dos paramédicos.
Al salirse de control la fuga de gasolina, los huachicoleros abandonaron el sitio, el combustible comenzó a brotar como fuente. Minutos después, el olor a gasolina era tan intenso, que se percibió en las colonias el Ranchito y la Estación, lo que provocó que la población se alarmara y comenzara a abandonar sus viviendas.
Mauricio Cid Franco, presidente municipal, descartó peligro de explosión y afirmó que se dio aviso al personal de Pemex para que el ducto fuera cerrado.
Unos 100 elementos de la policía estatal, del Ejército, Policía Federal arribaron al lugar para coordinar acciones, acordonar el sitio y evitar alguna situación mayor.
Después de ser controlada la fuga por medio de una válvula de seccionamiento, al lugar arribaron autoridades encargadas de verificar el daño y determinar el material necesario para la reparación.
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