El Parlamento británico aprobó una enmienda que obliga al Gobierno de Theresa May a presentar un ‘plan B’ del Brexit en tres días, si el acuerdo de salida del Reino Unido de la UE es rechazado el 15 de enero
Los planes del “Brexit de la primera ministra británica, Theresa May, sufrieron una temprana derrota el miércoles, ya que los parlamentarios exigieron al gobierno elaborar un plan B en pocos días si pierde una votación sobre su acuerdo para abandonar la Unión Europea.
A menos de tres meses de la fecha prevista para que Reino Unido deje la UE, el Parlamento dio comienzo a cinco días de debates sobre los planes de May con una demostración de fuerza, afectando a su cronograma preferido si los legisladores rechazan su acuerdo el próximo martes.
May se ha negado a dar marcha atrás en su impopular acuerdo, que prevé estrechos lazos comerciales con la UE tras dejar el bloque en marzo y será sometido a votación el 15 de enero en el Parlamento. Todo apunta a que perderá esta votación, ya que no logró el apoyo del partido norirlandés que apuntala su gobierno.
Una derrota parlamentaria profundizaría la incertidumbre sobre el futuro del Brexit, el mayor giro en la política exterior y comercial de Reino Unido en 40 años, y abriría la puerta a un abanico de posibles salidas: desde un adiós desordenado a otro referendo sobre la permanencia en la UE.
Los legisladores aprobaron por 308-297 la exigencia de que el gobierno presente un plan alternativo en el plazo de tres días laborables tras la votación del martes, en vez del límite previsto de 21 días, una decisión bastante simbólica que busca poner presión sobre el gobierno.
El portavoz de May minimizó el impacto del revés. “Estamos haciendo todo lo que podemos para ganar la importante votación del martes. No obstante, si no lo logramos, nuestra intención es responder rápidamente para dar certezas en el camino posterior”.
El opositor Partido Laborista aseguró que presentará de inmediato una moción de confianza contra el gobierno si May pierde la votación.
Ante el incremento de la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, la UE está analizando si es posible aplazar la ruptura, mientras defensores de la permanencia en el bloque buscan fórmulas para celebrar un nuevo referendo, después de que la opción de irse se impuso por un estrecho margen en 2016.
Más temprano en la jornada, May pidió a los parlamentarios que voten a favor de su acuerdo, sugiriendo que confía en obtener más garantías de la UE para aliviar sus preocupaciones y ofreciendo a Irlanda del Norte más control sobre la salvaguarda para impedir la vuelta de una frontera dura con Irlanda.
“He estado en contacto con los líderes europeos (…) sobre las preocupaciones de los parlamentarios. Estas discusiones han demostrado que es posible lograr más claridad sobre la salvaguarda y estas conversaciones continuarán durante los próximos días”, dijo May.
No obstante, el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (DUP, por sus siglas en inglés), que apuntala su gobierno, rechazó con rapidez sus propuestas de ofrecer a la provincia una “voz fuerte y un papel en cualquier decisión referente a la ejecución de la salvaguarda”.
Sammy Wilson, portavoz del DUP sobre el Brexit, dijo que “lo único que podría provocar un cambio de opinión es que retire del acuerdo la salvaguarda aplicada al Reino Unido en su conjunto o a Irlanda del Norte específicamente”.
Wilson, uno de los 10 parlamentarios del DUP que apuntala el gobierno en minoría de May, calificó de “puro artificio” sus propuestas para dar a la asamblea norirlandesa poderes para votar contra las nuevas reglas de la UE si la salvaguarda entra en vigor tras el Brexit. Según afirmó, su acuerdo es “ruinoso”.
Contenido relacionado