“Theresa May está desesperada una vez más por imponer una elección binaria entre su acuerdo y un Brexit sin acuerdo”, lanzó el laborista Keir Starmer
Theresa May, primera ministra británica, pidió el miércoles a sus escépticos socios europeos un corto aplazamiento de la fecha de salida de la UE para volver a someter su acuerdo de “Brexit” a unos diputados que ya lo rechazaron dos veces.
May anunció ante el Parlamento haber escrito al presidente del Consejo Europeo Donald “Tusk informándole de que Reino Unido desea una extensión del Artículo 50 (que rige la salida de un país miembro) hasta el 30 de junio”.
Argumentando que “los ciudadanos de este país llevan casi tres años esperando”, desde el referéndum de 2016 en que 52% de británicos votó a favor del “Brexit”, un portavoz de Downing Street había anunciado previamente que May “no pedirá un largo aplazamiento”.
En su carta a Tusk, la líder conservadora británica explica cómo piensa utilizar ese tiempo adicional: “sigue siendo mi intención volver a presentar el acuerdo al Parlamento (…) lo antes posible”.
Algunos de los otros 27 líderes europeos, que deben aprobar esta solicitud por unanimidad, reaccionaron a la noticia de forma dispar.
Un portavoz de la canciller alemana Angela Merkel se congratuló de que Reino Unido haya presentado por fin “una petición clara”. Pero el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, consideró que “la carta de Theresa May no soluciona el problema, solo aplaza la solución”.
Francia fue más dura. El jefe de su diplomacia afirmó que se opondrá a conceder una prórroga si la primera ministra británica no presenta “al Consejo Europeo garantías suficientes sobre la credibilidad de su estrategia”.
Si Londres no logra un aplazamiento, y dado que el acuerdo cerrado entre el gobierno británico y las autoridades europeas fue rechazado dos veces por el Parlamento de Westminster, la “opción por defecto” sigue siendo una salida brutal el 29 de marzo.
Preocupados ante esta posibilidad, que tendría graves consecuencias económicas, los responsables de la City de Londres, corazón financiero de la capital británica, llamaron a los “políticos de ambos lados del Canal de la Mancha a ser pragmáticos y cooperar”.
“Instamos a la UE a que acepte una prórroga. Pero incluso si esto se logra, no debería simplemente servir para tapar las grietas, ya que podemos volver a encontrarnos rápidamente al borde del abismo”, dijo Catherine McGuinness, responsable de la City of London Corporation, al tiempo que la cotización de la libra caía con fuerza.
“Theresa May está desesperada una vez más por imponer una elección binaria entre su acuerdo y un Brexit sin acuerdo, a pesar de que el Parlamento descartó claramente ambas opciones la semana pasada”, lanzó el laborista Keir Starmer.
Otros llamaron a May a dejar de insistir y concentrarse en los problemas del país.
“La pobreza es angustiante y hace que algunos maestros no sólo proporcionen alimentos a los niños en el desayuno y el almuerzo, sino que también compren ropa y zapatos, además de recaudar dinero para libros y material”, denunció la laborista Roberta Blackman-Woods.
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