La capacidad de la primera ministra británica, Theresa May, de contar con el respaldo de suficientes diputados para gobernar se pondrá a prueba el jueves cuando se vote en el Parlamento su plan de gobierno, en medio de intentos de sus adversarios de arrebatarle apoyos a través una serie de enmiendas.
La desastrosa apuesta de May de convocar elecciones anticipadas el 8 de junio le costó a su Partido Conservador la mayoría en el Parlamento, forzándola a cerrar un acuerdo el lunes con un pequeño partido de Irlanda del Norte para contar con suficientes votos y poder así aprobar medidas legislativas.
Con el apoyo del Partido Unionista Democrático, May alcanza una mayoría de 13 escaños en una cámara de 650, y ganó una votación el miércoles con 323 votos a favor frente a 309 en contra.
Pero la oposición del Partido Laborista, liderado por Jeremy Corbyn, ha propuesto enmiendas que podrían poner a prueba la disciplina de los partidarios de May.
El inicio del debate sobre la agenda legislativa de May, conocido como Discurso de la Reina, estaba previsto para las 1000 GMT y continuará durante el resto del día. El debate se concentrará en la economía y el empleo.
Los adversarios de May han propuesto enmiendas solicitando medidas de protección medioambiental antes de la salida de Reino Unido de la Unión Europea y abandonar el llamado “Brexit duro” para asegurar que se mantenga la pertenencia al mercado común.
Otras peticiones incluyen acabar con los recortes al gasto público y la realización de abortos gratuitos en el servicio nacional de salud para mujeres que viajen de Irlanda del Norte a Inglaterra.