El caso de Robert Roberson ha suscitado controversia debido a la dudosa evidencia empleada para condenarlo por la muerte de su hija de 2 años en 2002.
La Corte Suprema de Texas, en el sur de Estados Unidos, accedió a una solicitud de última hora para suspender la ejecución de Robert Roberson, que estaba programada para este jueves, en medio de los persistentes esfuerzos del condenado por probar su inocencia en la muerte de su hija de dos años.
En su decisión, el máximo tribunal estatal accedió a la solicitud para que Roberson comparezca ante una comisión de la Cámara de Representantes del Congreso de Texas que está revisando su caso, dejando su ejecución en suspenso, aunque la condena permanece vigente.
El caso de Robert Roberson ha suscitado una gran controversia debido a la dudosa evidencia utilizada para condenarlo por la muerte de su hija de 2 años, Nikki Curtis, en 2002. Roberson fue acusado de asesinarla bajo la teoría del síndrome del bebé sacudido (SBS).
No obstante, esta condición ha sido objeto de un creciente escrutinio en los últimos años, ya que expertos médicos y legales han argumentado que el diagnóstico es inconsistente y que podría haber sido malinterpretado durante el juicio original. Roberson fue sentenciado a muerte en 2003, y su ejecución continúa programada a pesar de las apelaciones.
Uno de los aspectos más alarmantes es el uso de lo que algunos defensores han denominado “ciencia basura” en su caso, una tendencia en la que diagnósticos médicos erróneos o mal fundamentados han contribuido a condenas equivocadas en los tribunales.
Te podría interesar: Mueren dos atletas en el Mundial de Triatlón en España, uno era mexicano
Durante el juicio, se presentó evidencia de lesiones en el cerebro de la niña que sugerían maltrato físico, pero los abogados de Roberson argumentan que estas podrían haber sido causadas accidentalmente, por ejemplo, como resultado de una caída.
Además, un factor crucial en su condena fue la percepción errónea del comportamiento de Roberson, quien fue diagnosticado con trastorno del espectro autista en 2018. Durante el juicio, su aparente falta de reacción emocional fue interpretada como insensibilidad, lo que pudo haber influido negativamente en la percepción de su culpabilidad.
Sin embargo, especialistas han señalado que su comportamiento puede ser típico de una persona con autismo, lo que sugiere que fue malinterpretado tanto por el jurado como por los profesionales de la salud que testificaron en su contra.
A pesar de que otros casos con diagnósticos similares han llevado a la exoneración de los acusados, el sistema judicial de Texas ha mostrado resistencia a llevar a cabo una revisión exhaustiva del caso de Roberson. A nivel federal, la Corte Suprema aún debe decidir si intervendrá en su apelación.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos, grupos que defienden los derechos de las personas con autismo y expertos legales han instado al gobernador de Texas, Greg Abbott, a suspender la ejecución y reconsiderar el caso.