Las conocidas predicciones de los videntes no auguran nada positivo para el año que se avecina.
Faltan solo unos días para concluir este 2024, un año marcado por numerosos cambios y conflictos políticos, que sin duda abren paso a un 2025 con altos niveles de tensión, como si fuera algo ya predestinado.
Se menciona esta posibilidad después de que los expertos en predicción del futuro analizaran las profecías de dos icónicos videntes: Baba Vanga y Nostradamus, quienes coinciden en que el año que estamos por comenzar no parece tener un buen destino.
Estas afirmaciones provienen de lo expresado por Nostradamus en su libro “Les Prophéties”, escrito en 1555, en el que asegura que para el 2025 se desatarán terribles guerras en Europa.
Lo que más genera temor es que Baba Vanga predijo algo muy similar en sus visiones, que abarcan hasta el año 5089. Según sus profecías, en el próximo año Europa se verá devastada por guerras, y todo comenzará con la caída de Siria.
Así, parece que el próximo año podríamos enfrentar lo que se denomina una tercera guerra mundial, y gran parte de lo que podría desencadenar este conflicto ya se está vislumbrando con los recientes eventos, como la necesidad del presidente sirio Bashar al Assad de refugiarse en Rusia tras ser derrocado. Cabe recordar que Siria es una zona estratégica clave de conexión entre Asia y Europa.
Los ataques de Israel a las bases militares sirias se han vuelto cada vez más frecuentes, por lo que no parece descabellado pensar que esto podría desencadenar una guerra, afectando a muchos más debido a las crecientes tensiones políticas que ya se están viviendo.
Pero eso no es todo, según Nostradamus, en 2025 varios países se verán afectados por eventos climáticos extremos. Uno de los más graves sucederá en Brasil, donde se prevé una intensa actividad volcánica y terribles inundaciones.
Cierto o no, lo que es innegable es que muchos expertos han sugerido analizar las palabras de los históricos videntes, ya que en sus profecías se han encontrado referencias a eventos devastadores como el atentado del 11 de septiembre o la pandemia de Covid-19. Sin embargo, otros argumentan que todo esto no son más que simples coincidencias.