La familia alertó a la chica, pero ella no alcanzó a escucharlos, su madre que estaba cerca de ella se arriesgo heroicamente para salvarla
Tenía 21 años, era animalista, luchaba contra el calentamiento global y tenía muchos sueños, los cuales fueron truncados mientras buceaba con su madre y fue atacada por tres tiburones blancos.
Jordan Lindsey era originaria de California, Estados Unidos, y estaba de vacaciones con su familia en las Bahamas.
Nadie hubiera imaginado que el paradisíaco lugar sería el escenario de sus peores pesadillas.
El pasado miércoles 26 de junio a las 14 horas (hora local) el infierno se desató en un archipiélago de la isla.
Kami Lindsey madre de la joven, se percato de lo ocurrido, vio tres tiburones acechar a su hija, nadó hacia donde el ataque ocurría, para salvar a su hija, tomó el cuerpo y lo arrastró a la orilla.
Los escualos arrancaron el brazo derecho de Jordan, además mordieron su brazo izquierdo, sus piernas y glúteos, lo que provocó que la chica perdiera mucha sangre.
Fue trasladada a un hospital de Nassau, capital de aquel país, donde perdió la vida a causa de las heridas.
“Podemos confirmar que una ciudadana estadounidense en las Bahamas sucumbió a sus heridas tras un ataque de tiburón”, dijo un portavoz del Departamento de Estado en un comunicado.
Tras el ataque un turista logró fotografiar a dos de los tiburones, además informó que quienes presenciaron el hecho, describieron la escena como de lo más terrible.
Para poder cubrir los enormes gastos que implica repatriar un cuerpo, la familia de Jordan creó una página en GoFundMe.
Esta es la primer muerte relacionada con tiburones ocurrida en las Bahamas desde hace 10 años.