Canadá, México y Estados Unidos avanzaron en las conversaciones para renovar el TLCAN, dijeron el martes sus representantes, lo que constituye un alivio luego del bombardeo de críticas al tratado por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, sin embargo, los temas álgidos no se abordaron.
Una declaración trilateral de los representantes de los tres países buscó calmar las preocupaciones sobre el compromiso estadounidense con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tras recientes amenazas de Trump de dejar el pacto si no logra condiciones favorables para su país y sus trabajadores.
El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer; la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland; y el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, anunciaron además una tercera ronda de conversaciones en Ottawa entre el 23 y 27 de septiembre.
Lighthizer dijo que ninguno de los capítulos del acuerdo fue totalmente abordado, pero hubo progresos en consolidar los textos sobre pequeñas y medianas empresas, comercio digital, temas ambientales y de servicios, entre otros.
“Nosotros sentimos que hemos hecho tanto como se puede esperar hacer en dos rondas”, dijo. “Esto es casi como trabajar a la velocidad de la luz”, agregó.
Guajardo, por su parte, precisó que los asuntos más complejos, como el tema de los salarios mexicanos, las reglas de contenido regional y el déficit comercial de Estados Unidos se comenzarían a incorporar en las próximas rondas de negociación.
Estados Unidos no hizo propuestas específicas en estos temas durante la ronda de cinco días celebrada en México, agregó el secretario mexicano, que predijo que en las futuras rondas se debatirá cómo lograr un mejor acuerdo para los trabajadores de los tres países socios en el tratado de 23 años.
El TLCAN, que entró en vigencia en 1994, elimina la mayoría de los aranceles en el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
Los críticos del acuerdo aseguran que este ha trasladado empleos desde Estados Unidos hacia México y Canadá, donde los trabajadores ganan salarios más bajos. Sus defensores, en tanto, dicen que la caída del sector manufacturero estadounidense tiene más que ver con China que con su socio del sur.
Si el TLCAN colapsa, los costos en el comercio se podrían incrementar en cientos de miles de millones de dólares si se regresa a la imposición de aranceles, afectando potencialmente al consumo con mayores precios y menor disponibilidad de una gama de productos que van desde aguacates y frutos rojos hasta autos y camiones.
Los tres funcionarios reafirmaron su compromiso de alcanzar un nuevo TLCAN antes de que finalice el año, para evitar conflictos con los ciclos electorales tanto de México como de Estados Unidos. Actuar rápidamente para consolidar los textos es primordial si se quiere lograr esa meta.
En contraste, para lograr el ya cancelado Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP en sus siglas en inglés) entre 12 países, se necesitaron cinco años y más de veinte rondas de negociación.
La canciller canadiense dio el mensaje más optimista, al elogiar la relación de trabajo entre los tres países y decir que habían establecido una buena base para las futuras rondas de conversaciones.
Un borrador previo de la declaración conjunta al que tuvo acceso Reuters decía que los tres países estaban “totalmente comprometidos con la negociación de un nuevo TLCAN” y con “unir fuerzas para afrontar los retos de la competencia internacional”.
En la declaración final, que por lo demás quedó exactamente igual al borrador, se eliminaron estas afirmaciones.