Dos rebanadas de pan tostado liberaron más partículas tóxicas que las encontradas por 15 o 20 minutos en el centro de una ciudad
Si eres de los que gusta acudir o realizar reuniones con los amigos y la familia, y preparar una rica carne asada acompañadas de unas cervezas, te tenemos malas noticias, ya que podrías estar respirando más partículas tóxicas que si pasaras una hora expuesto al escape de varios automóviles.
Aunque no lo creas, y según investigadores de la Universidad de Texas cocinar un asado al interior o al exterior, expone a las personas a más contaminación que estar atorado en el tráfico.
En el trabajo expuesto se descubrió que las estufas de leña, las cocinas con gas, las velas aromáticas y hasta los tostadores de pan son importantes fuentes de contaminación que liberan partículas tóxicas al momento de encenderse.
Expertos encontraron que los contaminantes que se encuentran en el aire después de cocinar un pavo rostizado, con guarniciones, son trece veces mayores que aquellos que se encontraron en el centro de Londres.
Además encontraron que dos rebanadas de pan tostado liberaron más partículas tóxicas que las encontradas por 15 o 20 minutos en el centro de una ciudad: tres veces más del límite de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los hallazgos corrieron a cargo de investigadores de la Universidad de Colorado, quienes midieron los niveles de contaminación en una casa de mil 200 metros cuadrados con sensores avanzados.
¿Qué se puede hacer?
De entrada, es indispensable contar con suficiente ventilación al cocinar, por ejemplo, abrir las ventanas y prender extractores.
Sin embargo, la ventilación debe permanecer durante y después de haber cocinado, ya que de acuerdo con los investigadores de la Universidad de Colorado, el humo de las cocinas de gas y las grasas quemadas permanecen hasta una hora después de su uso.
Esta exposición es sumamente dañina para las personas, ocasionando problemas respiratorios, circulatorios y de corazón.
Además, las partículas ultrafinas que viven en los hogares se alojan en el cerebro, hígado, corazón y pulmones, pudiendo ser causa de accidente cerebrovascular y cáncer de pulmón, revelan los expertos.
Si creías que era todo, los productos de limpieza, estética e higiene contienen compuestos orgánicos volátiles que salen al exterior. Estos provocan contaminación atmosférica incluso mayor que el transporte.
Además, estos compuestos causan severos daños al organismo, incluyendo daños al sistema nervioso central y asma infantil.
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