Con 120 kilos de carne a cuestas, se confeccionaron dos trompos de pastor con la intención de ofrecer un pequeño alivio gastronómico a aquellos que lo requerían.
En tiempos de adversidad, las personas demuestran su solidaridad y empatía de manera sobresaliente. Un claro ejemplo de esto es la acción realizada por el equipo de Don Rey Taquería, quienes, conmovidos por la devastación causada por el huracán Otis en el Puerto de Acapulco, decidieron desplazarse hasta el lugar para ofrecer tacos al pastor a los damnificados.
La solidaridad no conoce fronteras, y en situaciones de crisis, emerge de maneras inesperadas. La Taquería Don Rey, con sede en la Ciudad de México, es un destacado ejemplo de esto. Después del paso destructivo del Huracán Otis, optaron por viajar a Acapulco y contribuir para ayudar a quienes se vieron afectados por la tragedia.
Llevando consigo 120 kilogramos de carne, prepararon dos trompos de pastor con el propósito de brindar algo de consuelo culinario a quienes lo necesitaban. Un total de 700 personas se beneficiaron de este acto generoso, formando filas desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde de ese miércoles. El lugar seleccionado fue un punto icónico de Acapulco, ubicado sobre la costera Miguel Alemán, a la altura de la Diana Cazadora.
Las reacciones de aquellos que recibieron los tacos al pastor estuvieron cargadas de gratitud y emoción. Entre los testimonios, algunos expresaron que habían pasado varios días sin saborear algo tan delicioso debido a las circunstancias, mientras que otros mencionaron que planeaban compartir los tacos con sus hijos o familiares, ampliando de esta manera el gesto de amabilidad.
En total, se distribuyeron 3 mil tacos al pastor entre los damnificados del Huracán Otis. Este acto, aunque pueda parecer sencillo, tiene un gran significado para aquellos que están atravesando momentos difíciles. La Taquería Don Rey no solo satisfizo el hambre, sino que también inyectó esperanza y demostró que, en tiempos de adversidad, la solidaridad y el amor por el prójimo pueden marcar una gran diferencia.
Desde el momento en que se difundieron las noticias sobre los estragos causados por el huracán Otis, el equipo de Don Rey Taquería sintió una profunda necesidad de actuar. Comprendieron que, más allá de las pérdidas materiales, el bienestar emocional y la moral de los afectados estaban en juego.
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El gesto, en apariencia simple, representa mucho más que una comida para quienes lo reciben. Es un abrazo disfrazado de taco, un mensaje que transmite: “No están solos”, en un momento en el que cualquier muestra de amabilidad tiene un valor incalculable.
Equipados con todos los ingredientes y utensilios necesarios, el personal de la taquería viajó durante horas para llegar al puerto. Una vez en el lugar, instalaron su puesto y comenzaron a preparar tacos al pastor sin pausa, ofreciendo un bocado de consuelo y esperanza a aquellos que más lo necesitaban.
Los damnificados, sorprendidos y agradecidos, se acercaron al puesto. Muchos compartieron historias de pérdida y desolación, pero también de resiliencia y esperanza. A medida que las tortillas se llenaban de carne y salsa, las sonrisas comenzaban a florecer entre aquellos que esperaban su turno para recibir un taco.
Este acto de solidaridad no solo llenó estómagos, sino que también reconfortó corazones. Los miembros de Don Rey Taquería demostraron que, en momentos de crisis, la humanidad y la generosidad pueden marcar la diferencia.
La acción llevada a cabo por Don Rey Taquería sirve como un recordatorio de que, frente a situaciones adversas, la unidad y el apoyo mutuo son fundamentales. En momentos de desastre, cada gesto, por más pequeño que sea, puede tener un significado inmenso para otra persona.
Mientras el Puerto de Acapulco sigue su proceso de recuperación y sanación, historias como la de Don Rey Taquería inspiran y subrayan la importancia de la solidaridad y el cuidado hacia los demás. Y es que, en ocasiones, un simple taco al pastor puede representar mucho más que una comida: puede ser un símbolo de esperanza.