Un copiloto puso en riesgo la vida de 106 personas al pretender pilotear un avión desde Stuttgart hasta la ciudad de Lisboa. Afortunadamente fue detenido.
Una aerolínea portuguesa ofreció disculpas a 106 pasajeros varados en el aeropuerto de Stuttgart, en el suroeste de Alemania, al cancelar un vuelo a último momento porque el copiloto estaba borracho.
Poco antes de la partida del vuelo de TAP a Lisboa el viernes por la noche, un empleado del aeropuerto advirtió que el copiloto se tambaleaba y su aliento olía a alcohol.
Avisó a las autoridades, que decidieron no autorizar la partida.
Poco después se constató que efectivamente el copiloto presentaba claros signos de ebriedad, tras lo que se procedió a cancelar el vuelo y a detenerlo.
Los 104 pasajeros del vuelo pernoctaron en un hotel y, según fuentes del aeropuerto, parte de ellos continuaron su viaje hacia Lisboa este sábado, en otro vuelo, mientras el resto viajaron en tren a Fráncfort y Múnich para ser reubicados desde ahí en otros trayectos.
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