Ante el rechazo de esta legislación, el gobierno anunció que subsidiaría una parte del costo total de las cirugías para cambio de sexo
La Corte Suprema de Japón ratificó una ley que obliga a las personas transexuales a someterse a una esterilización como requisito para poder cambiar de género de manera legal.
La votación, celebrada el pasado 24 de enero, ha causado que diversas organizaciones de lucha por los derechos de minorías homosexuales y transexuales se manifiesten en organismos internacionales.
Los ministros votaron unánimemente rechazar la apelación que hizo el activista Takakito Usui, un hombre trans que buscaba cambiar su sexo en sus documentos oficiales.
La Ley 111 promulgada en el año 2003, establece que cualquier persona que busque cambiar su género de manera legal debe tener “glándulas reproductivas que hayan perdido la función de forma permanente”. Asimismo, la norma establece que las personas trans deben “poseer un cuerpo que parece tener partes que se parecen a los órganos genitales de los del sexo opuesto”.
En su resolución, los jueces señalaron que la citada ley “previno problemas en las relaciones entre padres e hijos”, así mismo indicaron que con ella se evita “confusión” y “cambios abruptos” en la sociedad japonesa .
Finalmente agregaron que aceptaban que la normativa era invasiva, por lo que la misma debería revisarse de manera regular a medida que las actitudes culturales cambian con el paso del tiempo-
Las personas trans en Japón que buscan someterse a cirugías de reasignación sexual deben cumplir con diversas exigencias, como ser estériles, solteros, sin hijos menores de 20 años y someterse a una evaluación psiquiátrica para recibir un diagnóstico de disforia de género. De lo contrario les es imposible acceder a ningún tipo de tratamiento.
Después de conocer el fallo de la máxima instancia de justicia en Japón, Usi dijo que “lo esencial no debería ser si debes someterte, o no, a una operación, sino cómo quieres vivir como individuo”.
Según los ministros, la Ley 111 previene “relaciones problemáticas” entre padres e hijos porque una persona trans representa “confusión” para la niñez y cambios abruptos en la sociedad japonesa.
Ante las críticas por la transfobia oficial en Japón, el gobierno anunció que subsidiaría una parte del costo total de las cirugías para cambio de sexo, ofreciendo así un poco de apoyo oficial a las personas trans.
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