El hombre se había negado a declarar su culpabilidad en el caso, sin embargo, un informante de la prisión testificó en contra del sujeto
Un hombre en Estados Unidos fue condenado a pasar 244 años en prisión, luego de que confesara a un compañero de celda que había abusado sexualmente a su hija de 38 días de nacida mientras se encontraba bajo los efectos de metanfetaminas.
El sujeto, identificado como Patricio Medina de 27 años, se encontraba en prisión luego de ser denunciado por el pediatra de su hija, quien en su revisión de rutina a las cinco semanas de vida, descubrió en el cuerpo de la pequeña más de 40 huesos rotos y múltiples moretones en la cara y cuerpo.
Las fracturas producto de la agresión física, ocurrida en el año 2014, estaban en diferentes etapas de curación, lo que sugirió a los fiscales que el abuso fue repetido.
Durante el proceso en su contra, el hombre se había negado a declarar su culpabilidad en el caso, sin embargo, un informante de la prisión testificó en contra de Medina, señalando que él también había admitido la agresión sexual en contra de la bebé.
El padre entonces fue acusado por agresión sexual agravada a un menor de 6 años, y por poner en peligro la vida de un niño.
Los fiscales Gabrielle Massey y Jennifer Jenkins habían pedido a los miembros del jurado una sentencia de cárcel de por vida; no obstante, sólo se lograron tres condenas de 80 caños cada una, lo que daría 244 años en prisión.
“Mi pregunta es ¿qué ha hecho él para merecer algo menos que la vida en prisión? ¿Qué puede ser más horrible en un crimen que un hombre que se supone que ama y protege la vida que trajo a este mundo, en su lugar, la destruye por una satisfacción sexual enfermiza?”, preguntó Massey a los miembros del jurado.
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