Cerca de 200 efectivos de Río de Janeiro trabajaron para hallar entre los escombros rastros de desaparecidos, con la ayuda voluntaria de vecinos y curiosos que se acercaron al lugar, un cerro de casas precarias
Equipos de rescate de Río de Janeiro encontraron otras cuatro víctimas de un deslizamiento de tierra ocurrido el sábado en un cerro de Niterói, en la región metropolitana de ciudad brasileña, tras días de intensas lluvias.
La tragedia se produjo la madrugada del sábado cuando una enorme piedra se desprendió e impactó al menos nueve casas y una pizzería en la ladera del cerro Boa Esperança, en el distrito de Piratininga, dejando hasta el momento 14 víctimas mortales.
Los equipos de rescate llegaron al lugar aún de madrugada y hasta la noche del sábado once personas habían sido encontradas con vida, en tanto cuatro permanecieron desaparecidas hasta que fueron halladas sin vida en la madrugada del domingo, según informaciones recabadas en la comunidad.
Otras once personas fueron rescatadas el sábado, y dos de ellas permanecían en estado grave la tarde de este domingo.
“Llovió mucho en los últimos dos días, Niterói estaba en estado de atención y alerta (…) Las comunidades estaban avisadas sobre esta situación con recomendación de buscar lugares seguros para habitar”, explicó Roberto Robadey, comandante del cuerpo de bomberos.
Cerca de 200 efectivos, entre ellos bomberos y miembros de la policía militar de Río de Janeiro, trabajaron para hallar entre los escombros rastros de desaparecidos, con la ayuda voluntaria de vecinos y curiosos que se acercaron al lugar, un cerro de casas precarias, a menudo construidas en terrenos inestables.
Al contrario de lo que afirman vecinos, el alcalde de Niterói, Rodrigo Neves, dijo este domingo en rueda de prensa que la zona no era considerada de riesgo.
“En 2012 hubo un inventario sobre área de riesgos, ningún estudio indicaba esa área como una de alto riesgo. Las sirenas funcionan en Niterói desde 2013, esa comunidad no tenía porque no estaba apuntada como de alto riesgo”, dijo Neves.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Vecinos de la Comunidad de Boa Esperança, Cláudio dos Santos, dijo que una de las casas ya había sido cerrada tiempo atrás por riesgo de derrumbe.
El comandante del cuerpo de Bomberos explicó que, según las informaciones preliminares, no todas las casas estaban ocupadas en el momento del impacto.
Se estima que unas 22 familias resultaron afectadas y otras 17 casas fueron cerradas.
“Aquello ya era una tragedia anunciada porque Defensa Civil sube al cerro y lo cierra pero no arregla una casa, no hace un proyecto, ni ubica a nadie en otro lugar. ¿Dónde va a vivir un pobre?”, cuestionó el sábado Cassia, una residente de 24 años de la comunidad.
En abril de 2010, también en Niterói, una ciudad unida a Rio de Janeiro por un extenso puente, casi cincuenta personas murieron en la favela Morro do Bumba en un alud causado por fuertes lluvias que dejaron en todo el estado más de 52,000 evacuados.
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