Las cenizas de Hawking fueron depositadas en el suelo del denominado rincón de los científicos de la Abadía de Westminster, junto al matemático Isaac Newton y el naturalista Charles Darwin
Las cenizas del científico británico Stephen Hawking descansan ya en la Abadía de Westminster, en Londres, junto al matemático Isaac Newton y el naturalista Charles Darwin, el mismo día en que su voz, con un mensaje de paz y esperanza, viajó hasta un agujero negro, a los que dedicó gran parte de su carrera.
Familiares, científicos, astronautas, actores y jóvenes se dieron cita hoy en Westminster para honrar al hombre que sentó las bases de la cosmología moderna y acercó al gran público, de manera didáctica y relativamente sencilla, el complejo mundo de los agujeros negros.
Las cenizas de Hawking fueron depositadas en el suelo del denominado rincón de los científicos de la Abadía, donde reposan científicos como Michel Faraday o James Clerk Maxwell y entre las lápidas de Newton y Darwin, en una ceremonia presidida por el deán de Westminster, Johan Hall, durante la que su hija Lucy depositó una flores malvas.
La lápida de Hawking lleva, además de su nombre, su ecuación más famosa que describe la entropía de un agujero negro.
Al servicio religioso se sumaron unas mil personas procedentes de más de cien países, que, tras un sorteo hace semanas, obtuvieron entradas para despedir a Hawking.
El científico fallecido el 14 de marzo a los 76 años en Cambridge, en cuya universidad trabajó hasta el final.
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