Después de 18 años desde su planeamiento, los 8 años de construcción que demandó y los tres intentos fallidos de lanzamiento, finalmente, el satélite más avanzado construido en Argentina, el Saocom 1B fue lanzado con éxito desde Cabo Cañaveral, en Florida, EEUU a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa espacial SpaceX.
A los 30 minutos del lanzamiento, el satélite se separó del cohete Falcon 9 y cinco minutos después la estación terrena de Lima captó la primera señal de operatividad correcta del aparato argentino. Minutos después, en forma automática, se desplegaron los 3 paneles solares para recargar energía necesaria para su operatividad. Durante las próximas 8 horas, y mediante comando enviados desde el centro de operaciones en Argentina, el satélite desplegará su enorme antena radar de 10 metros, distribuida en 7 paneles.
“Gracias a todos y todas. Estoy muy feliz e impactado porque la Argentina es uno de esos diez países que son capaces de poner en órbita satélites como este. No es un satélite más.
“Es un satélite que nos permite conocer muchas cosas de nuestro suelo y prever lo que tenemos que hacer para optimizar nuestros esfuerzos. Por encima de tener una enorme alegría de que la Argentina sea capaz de haber empezado este plan allá por el año 2007 cuando con Néstor estábamos terminando nuestro mandato, lo que a mí me enorgullece es que esto lo hacen científicos argentinos”, manifestó pocos minutos después del despegue el presidente Alberto Fernández, que siguió todo el evento del lanzamiento desde Olivos junto con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza y la investigadora y Gerenta de Observación de la Tierra de la Misión SAOCOM, Laura Frulla.
Y agregó: “Esto es la ciencia Argentina. Esta ciencia y esta tecnología la han desarrollado científicos argentinos, que los vemos allí en la sede cordobesa de la CONAE y en Bariloche en la sede del INVAP ese emprendimiento que nos enorgullece a todos los argentinos esfuerzo del gobierno de Río Negro y del Estado Nacional. Siempre comento que la riqueza de las sociedades está dada en el desarrollo de la educación, el conocimiento y la tecnología. Allí está la riqueza de las sociedades. Cuando pienso que la Ciencia y la Tecnología alguna vez dejó de ser un Ministerio y pasó a ser una Secretaría y los científicos fueron impulsados a dejar el país y buscar otros rumbos, pienso en cuánto perdió la Argentina durante esos años, pero cuando veo a estos científicos de pie, trabajando emocionados abrazándose porque ven que su labor tuvo sentido, digo: “Que bien hace la Argentina en invertir en toda esta gente”.
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