Se presume que se trata de un hombre rico y su esclavo que intentaron escapar de la muerte y que quedaron a la entrada de un refugio.
Científicos e historiadores se han mostrado sorprendidos ante el nuevo descubrimiento de dos cuerpos, posiblemente dos varones, que perecieron durante la erupción del Vesubio hace casi 2.000 años.
Los posibles restos esqueléticos fueron hallados en la ciudad de Pompeya, en lo que es considerado el cementerio más grande, provocado por una catástrofe natural.
Los cuerpos de los dos hombres fueron encontrados durante la excavación de lo que alguna vez fue una elegante villa con una vista panorámica del mar Mediterráneo, por lo que se presume que se trata de un hombre rico y su esclavo que intentaron escapar de la muerte.
Funcionarios del parque arqueológico en Italia, informaron que los restos de las dos víctimas se encontraban acostados uno al lado del otro sobre sus espaldas, cubiertos por una capa de ceniza gris de al menos 2 metros de profundidad.
El hallazgo se dio en las afueras de la antigua ciudad romana destruida por la erupción del volcán en el 79 d.C; en la misma zona donde se encontró un establo con los restos de tres caballos enjaezados en 2017.
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Como se ha hecho cuando se han descubierto otros restos en el sitio de Pompeya, los arqueólogos vertieron tiza líquida en las cavidades, para conocer la forma y la posición de las víctimas en medio de la muerte, provocando que los restos “parezcan estatuas”.
Massimo Osanna, arqueólogo y director general del parque arqueológico, indicó que a juzgar por los huesos craneales y los dientes, uno de los hombres era joven, probablemente de entre 18 y 25 años, con la columna vertebral con discos comprimidos.
Ese hallazgo llevó a los arqueólogos a plantear la hipótesis de que era un joven que hacía trabajos manuales, como el de un esclavo.
En tanto, el otro hombre tenía una estructura ósea robusta, especialmente en el área del pecho, y murió con las manos en el tórax y las piernas dobladas y separadas; de entre 30 y 40 años.
Además se encontraron fragmentos de pintura blanca cerca de la cara del hombre, probablemente restos de una pared superior derrumbada, agregaron las autoridades.
Ambos esqueletos fueron encontrados en una habitación lateral a lo largo de un pasillo subterráneo, conocido en la época romana antigua como criptoporticus, que conducía al nivel superior de la villa.
“Las víctimas probablemente buscaban refugio en el criptoporticus, en este espacio subterráneo, donde pensaban que estaban mejor protegidas”, señaló Osanna.
Basándose en la impresión de los pliegues de la tela que quedan en la capa de ceniza, parece que el joven llevaba una túnica corta y plisada, posiblemente de lana. La víctima mayor, además de llevar una túnica, parecía tener un manto sobre el hombro izquierdo.
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NCV