La Ciudad de México es una de las metropolis más polifacéticas del planeta, tan grande que prácticamente todo tiene cabida en ella… incluso las manifestaciones paranormales.
No es de extrañar que en sus más de cinco siglos de historia, en está ciudad hayan ocurrido hechos inexplicables que escapan a toda lógica, y que pasaron de boca en boca hasta convertirse en leyendas. Muchos de los sitios que sirvieron como escenario para estos acontecimientos permanecen aún de pie y ahora se les considera “embrujados”.
Por eso aprovechamos la fecha para hace un recuento de alguno de estos lugares. ¿A cuál se animarían a entrar?
La Casa Negra
Esta construcción, ubicada en la colonia Roma, sobresale por su estilo porfiriano, el cual aún se cuela por algunos callejones de la zona. El lugar fue utilizado, según cuentan, para albergar a los enfermos de tifoidea en el año de 1935, pues en aquellos tiempos los brotes de enfermedades se expandían rápidamente dejando los hospitales sin espacio.
En ese entonces se le atribuía aquel mal a entes diabólicos, por lo que habitantes de los lugares aledaños decidieron acabar con los enfermos quemando la casa. Pese a los gritos, los vecinos no dejaron salir a nadie del lugar: mujeres, niños y médicos perecieron, muchos por las quemaduras y otros tantos por asfixia.
Actualmente nadie habita en ella, pues se dice que los gritos y las almas continúan circulando en el lugar.
¿Dónde está? Álvaro Obregón, número 212, colonia Roma, alcaldía Cuauhtémoc.
Hospital Juárez del Centro
¿Has escuchado la leyenda de “La Planchada”? Pues salió de aquí. Se trata de Eulalia, una enfermera de este hospital que siempre tenía el uniforme muy limpio y planchado (de ahí el nombre), y era muy atenta con los pacientes. La historia cuenta que ella se enamoró de un compañero médico y se iban a casar, pero él la abandonó antes de hacerlo. Se supone que la depresión la llevó a la muerte, pero ahora ella vaga por los pasillos con su impecable uniforme, atendiendo a nuevas generaciones de enfermos.
Callejón del Aguacate
Hace algunos siglos, este callejón ubicado en el barrio de Coyoacán (cerca de las avenidas Miguel Ángel de Quevedo y Universidad), fue el escenario de un terrible crimen.
La leyenda dice que cerca del callejón vivía un militar que al regresar de sus batallas acostumbraba a pasear por las calles cercanas. Frecuentemente sus caminatas eran interrumpidas por un niño que lo alcanzaba para pedirle jugar con él. Aunque el soldado siempre se negaba el menor no dejaba de insistir, hasta que una tarde el uniformado perdió la paciencia, estalló en cólera y mató al pequeño.
Segundos después el militar se horrorizó al ver lo que había hecho y se ahorcó en un árbol de aguacate. Todo esto fue visto por un monje, quien mandó a poner un altar dedicado a la Virgen en ese lugar.
Dicen que al pasar por el callejón es posible sentir la presencia de un niño o escuchar gritos de dolor. Otros afirman que en la corteza del árbol se puede ver el rostro de un menor llorando.
La casa de la tía Toña
Se trata de una de las casas más misteriosas y raras de la Ciudad de México. Aunque se encuentra en la tercera sección del Bosque de Chapultepec no es tan sencillo dar con ella, de hecho, en los últimos años más de 20 jóvenes han muerto al caer en una barranca ubicada en lo más profundo del bosque mientras la buscaban.
Nadie sabe su ubicación exacta pero dicen que está en Cumbres de Acutzingo, muy cerca del Panteón Dolores.
Se supone que originalmente fue habitada por una viuda solitaria que, para no sentirse sola, acogió en ella a varios niños en situación de calle, sin embargo, algunos de ellos planearon robarle el dinero que tenía guardado para hacer obras de caridad. Cuando realizaban el hurto la Tía Toña (que es como conocían a esta mujer) empezó a regañarlos. Temiendo ser entregados a la policía, los jóvenes ladrones comenzaron a golpearla hasta matarla. Otra versión dice que ella los asesinó y arrojó sus cuerpos al bosque, para después suicidarse.
Desde entonces la casa permanece abandonada y comenzó a presentar fenómenos extraños: Hay quienes han visto la sombra de la Tía Toña por las ventanas y/o escuchan sonidos raros en el interior. Quienes se han acercado dicen haber escuchado voces de niños y los lamentos de una mujer, además de sentirse vigilados por entes sobrenaturales.
Casa “La Moira”
En los años setenta, Marcos, de ocho años, entró en una casa abandonada ubicada en el número 125 de la Calle José Vasconcelos, en la colonia San Miguel Chapultepec. Ahí observó a un niño de su edad colgado en el techo de una habitación. Marcos salió despavorido pero años después, intrigado por su primera experiencia volvió a ese lugar.
Al poco tiempo fue encontrado ahorcado en el mismo sitio donde años atrás había visto al niño ahorcado.
La casa comenzó ser conocida como La Moira y tiempo después empezaron a realizarse sesiones espiritistas en el interior, incluso se rumora que hubo posesiones demoniacas. También hacían recorridos nocturnos donde los visitantes experimentaban manifestaciones sobrenaturales de gran intensidad.
La Casa de las Brujas
Una de las joyas arquitectónicas de la Ciudad de México es el edificio Río de Janeiro, mejor conocido como “La Casa de las Brujas” (las ventanas y techo de una de una de sus caras se asemeja a un rostro de bruja).
Fue construido en 1908 por el arquitecto británico Regis A. Pigeon y en su momento fue uno de los primeros edificios con departamentos de la capital. Ahí han vivido importantes figuras de la escena cultural mexicana, aunque su residente más famosa fue “Pachita”, una bruja a la que acudían desde pobladores hasta políticos influyentes para pedirles distintos favores. Se dice que era capaz de cambiar los órganos enfermos por otros sanos (aunque nunca se especificó si éstos provenían de animales o de otros humanos). y que murió el 29 de abril de 1979.
Pachita murió el 29 de abril de 1979, pero aún se le puede ver deambulando en los pasillos del edificio.
¿Qué dices, te animas a entrar en alguna?
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