Sobrevivientes de la masacre en una secundaria en Florida que piden leyes más estrictas contra las armas, ahora son blanco de ataques en internet provenientes de grupos identificados con la ultraderecha
Tras el tiroteo en la escuela de Florida, sobrevivientes como David Hogg y Emma González se convirtieron en el rostro del combate por el control de armas en Estados Unidos. Pero ahora son también el blanco de analistas de la extrema derecha, de amantes de las teorías conspirativas y defensores del presidente Donald Trump que presentan a los estudiantes como marionetas de la izquierda.
Apenas estos estudiantes de secundaria de Parkland tomaron la palabra el fin de semana para denunciar la inacción de sus gobernantes frente a la multiplicación de tiroteos en escuelas, aparecieron las primeras críticas en algunos sitios de la “alt-right” (derecha alternativa) y en las redes sociales.
En medio de un escenario político fuertemente polarizado y embarullado por el fenómeno de las “noticias falsas”, sitios extremistas como The Gateway Pundit o Infowars, cuyo fundador Alex Jones asegura que la masacre en la escuela primaria de Sandy Hook que dejó 26 muertos en 2012 fue una invención, comenzaron a lanzar teorías conspirativas, afirmando que los alumnos son “utilizados como herramientas políticas por la extrema izquierda para avanzar su retórica anticonservadora y su agenda antiarmas”.
Y acusa a las organizadoras de la “Marcha de las mujeres”, que apoyarán la protesta anunciada por los estudiantes en Washington el 24 de marzo, de manipularlos.
David Hogg, uno de los alumnos que lidera el movimiento y periodista en potencia, y Emma González, que pronunció el sábado un vibrante discurso ante las cámaras contra los políticos estadounidenses, incluido el presidente Trump, son los principales blancos.
El sitio Infowars los acusa de haber sido “entrenados” por CNN, el canal de televisión detestado por la ultraderecha, y asegura que fueron elegidos como “actores de crisis” al servicio de una causa progresista por su facilidad de palabra ante las cámaras. Además, el hecho de que el padre de David Hogg sea un agente del FBI jubilado parece haber nutrido más aún las teorías conspirativas.
La policía federal estadounidense, muy criticada por Trump por investigar los posibles vínculos de su campaña electoral con Rusia, tuvo que pedir disculpas porque no reaccionó tras recibir poco antes de la masacre una alerta sobre el comportamiento peligroso del joven autor del tiroteo, Nikolas Cruz.
Un video que presenta a Hogg como un actor, publicado en YouTube por un adepto de las teorías conspirativas, estuvo entre los más compartidos en la plataforma el miércoles y había sido visto más de 200,000 veces cuando fue retirado horas después, informó la prensa estadounidense.
Otros defensores de las teorías conspirativas atacaban a los líderes estudiantiles en Twitter bajo las etiquetas #ParklandHoax o #CrisisActors, lo cual generó llamados inmediatos a bloquear sus cuentas.
Mientras que Cameron Kasky, otra estudiante líder del movimiento que lanzó el lema #NeverAgain (#NuncaJamás) en Twitter, anunció el miércoles que suspendería temporalmente su cuenta en Facebook tras recibir amenazas de muerte de parte de militantes de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).
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