La cantante irlandesa de 50 años, Sinéad O’Connor advirtió estar al borde del suicidio a través de un video que publicó hace unas horas en su perfil en Facebook.
“Estoy viviendo en un motel Travelodge en lo más profundo de Nueva Jersey. Estoy completamente sola y no hay absolutamente nadie en mi vida a excepción de mi doctor, mi psiquiatra, el hombre más dulce del mundo que dice que soy su heroína”.
Estas eran las palabras entre lágrimas y gestos de desesperación que publicaba O’Connor y que han vuelto a poner en alerta a su entorno, a sus fans y a las autoridades, acostumbradas a tener que buscar a la estrella musical debido a sus múltiples amenazas de suicidio.
Eso es lo único que me mantiene viva en estos momentos. El hecho de que soy su maldita heroína. Eso es de alguna manera patético… Las enfermedades mentales son un poco como las drogas. No les importa una mierda quién eres. Al mismo tiempo, lo que es peor es que al estigma le importa una mierda quien eres. Toda la gente que supuestamente debería amarte y cuidarte te trata como la mierda”, aseguró la ganadora de una estatuilla Grammy en la conmovedora pieza audiovisual en la que hace referencia, además, a la bipolaridad que padece desde hace años.
Una vez más y como ya sucediera en mayo del año pasado, la artista dublinesa pone en tela de juicio la atención que le prestan sus cuatro hijos.
“No me mantengo viva por mí. Si fuera por mí ya me habría ido derecha hacia donde mi madre, porque he caminado por esta Tierra durante dos años sola como castigo por estar mentalmente enferma y muy enojada porque nadie se haría cargo de mí, específicamente por tener tendencias suicidas”, subrayó.
O’Connor ha hablado públicamente en repetidas ocasiones de sus enfermedades mentales. En 2015 canceló su última gira musical por “una situación médica no resuelta”. Como relatábamos unas líneas atrás, en primavera de 2016, tras no regresar a su casa, fue dada por desaparecida, pero la policía la encontró en un hotel de Chicago. Además, cortó relaciones públicamente con su familia en noviembre de 2015, después de revelar que sufrió una sobredosis en un hotel de Dublín, Irlanda.