La huelga de los trabajadores de las refinerías se ha convertido en uno de los desafíos más duros del presidente Emmanuel Macron desde su reelección
Las industrias en toda Francia pararon el martes en reclamo de aumentos salariales a la par de la inflación, agudizando los enfrentamientos entre los trabajadores y el gobierno tras semanas de paros parciales que paralizaron las refinerías petroleras y provocaron escasez de gasolina.
Los trabajadores ferroviarios, de empresas de camiones, algunos docentes de secundaria y los hospitales públicos han respondido al llamado del sindicato petrolero de que la industria exija aumentos salariales y en protesta por la intervención del gobierno en las huelgas de las refinerías. Miles salieron a las calles del domingo para protestar por los aumentos de precios.
El martes, apenas la mitad de los trenes funcionaban en la red del sur, provocando demoras durante la hora pico matutina.
Se informó de trastornos en los trenes de alta velocidad del norte, así como en el Eurostar y los trenes que unen a Francia con España.
Se han visto protestas similares en toda Europa contra el impacto de la inflación, lo que ha obligado a cancelar trenes y vuelos.
Miles protestaron en Praga contra los altos precios de la energía; en Alemania y Suecia los trabajadores de las aerolíneas exigieron aumentos de salarios, y en Reino Unido, desde personal de enfermería hasta trabajadores ferroviarios, hicieron paros para exigir aumentos salariales a la par de la inflación.
En Francia, la central sindical izquierdista CGT rechazó un acuerdo sobre aumentos de salarios que la gran petrolera TotalEnergies firmó con otros dos sindicatos el viernes. Las centrales CFDT y CFE-CGC, que representan a la mayoría de los trabajadores, acordaron un aumento de 7% y una bonificación.
Los huelguistas exigieron aumentos sobre la base de las ganancias extraordinarias obtenidas por las empresas debido al aumento de los precios del petróleo y el gas a medida que la guerra rusa en Ucrania agrava la crisis.
Desde hace semanas se forman largas filas de autos en las que los conductores aguardan durante horas para llenar el tanque. Muchas gasolineras han cerrado a la espera de las entregas.
Respuesta gubernamental
La huelga de los trabajadores de las refinerías se ha convertido en uno de los desafíos más duros del presidente Emmanuel Macron desde su reelección.
El portavoz del Gobierno, Olivier Veran, dijo que la solicitud de más personal para las refinerías podría ocurrir durante el día, ya que las colas de automovilistas preocupados por la interrupción del suministro crecen en las estaciones de servicio.
El gobierno del presidente Emmanuel Macron está perdiendo la paciencia con los huelguistas, que han obtenido el apoyo de sus rivales a la izquierda.
“Es hora de regresar al trabajo”, dijo la primera ministra Elisabeth Borne el martes acerca de los huelguistas de la gran refinería TotalEnergies.
En un discurso en la Asamblea Nacional el martes, Borne dijo que “las negociaciones culminaron con la firma de acuerdos” con los sindicatos mayoritarios tanto en TotalEnergies como en Esso, la subsidiaria francesa de ExxonMobil, donde los trabajadores regresaron al trabajo la semana pasada,
“Por lo tanto, no es aceptable que una minoría siga bloqueando el país”, afirmó. Borne dijo que el 25% de las gasolineras registran escasez.
Sostuvo que hay una “mejoría clara” de la situación en el norte de Francia, donde el 18,5% de las gasolineras tienen problemas, comparado con el 55% la semana pasada. Añadió que en la región parisina la situación ha mejorado en las últimas 24 horas.
A medida que aumentan las tensiones en la segunda economía más grande de la zona euro, las huelgas se han extendido a otras partes del sector energético, incluido el gigante nuclear EDF (EDF.PA), donde se retrasarán los trabajos de mantenimiento cruciales para el suministro de energía de Europa.
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CAB